La educación sexual en veremos
A pesar del visto bueno que ofrece el ministro de Educación porteño, Alberto Sileoni, nada parece cambiar. Las posiciones antagónicas prevalecen en la Legislatura y hacen que la Ciudad de Buenos Aires se quede en el tiempo. Todas las posiciones acecrca de ste controvertido tema en la política porteña
Por María José Pérez Insúa
Si uno dice estas palabras en la Legislatura porteña: embarazo adolescente, SIDA, aborto, sexo seguro, mortalidad materno-infantil, abuso sexual, pornografía, prostitución, forro, camisinha, preservativo, condom, como usted lo quiera llamar; más de uno estaría del color de un tomate, se taparía los oídos o expulsaría a quien las pronuncie de la casa de las leyes -que muchas veces se olvida que debe hacer leyes para todos.
La discusión por impartir o no educación sexual en los colegios de la Capital no es nueva, y la frase queda como anillo al dedo porque la verdad, la discusión es de otros tiempos. ¿Qué tiene de malo informar, conocer, saber, tener los ojos y los oídos abiertos al mundo?. Bueno, para algunos parece que tiene todo de malo.
Su proyecto era antagónico del presentado por los legisladores de Juntos por Buenos Aires, Santiago de Estrada y Jorge Enríquez, quienes no quieren saber nada con la obligatoriedad. Hoy se suma a la discusión la tercera fuerza de la Legislatura, el Ari -que hasta el momento sólo se pronunciaba respecto de los proyectos ajenos, pero no proponía alternativas-, a través de un proyecto encabezado por la diputadaLiliana Parada.
Es vox populi que Fernando Melillo y Juan Manuel Velasco apoyaron la iniciativa, pero por pronunciamientos respecto del proyecto de Suppa podría especularse que otros componentes de esa fuerza como: Facundo Di Filippo, Alejandro Rabinovich, y María Eugenia Estenssoro -aunque pasible de correcciones- también ven el despacho con buenos ojos.
Aunque la intención sea mediar, a primera vista podría decirse que el proyecto de Parada está mucho más cerca del kirchnerista que del de la dupla macrista. Y si uno se
permitiera soñar sobre la posibilidad de que el tema se trate con intenciones de ser sancionado, podría especularse que es más probable que se arribe a un proyecto consensuado entre las diputadas Suppa-Parada y que de una vez por todas la Ley de Educación Sexual sea sancionada, pero sólo si uno se permite soñar.
La discusión “ideológica” a estas alturas se centra en dos puntos -inflexibles desde todas las partes-: obligatoriedad en colegios públicos y privados y edad de los educandos.
Aunque la discusión de la Ley de Educación pasa por la Legislatura, la opinión del Poder Ejecutivo es fundamental no sólo para la promulgación de la norma sino también para su correcta implementación, por lo cual, la opinión que faltaba era la del ministro de Educación, Alberto Sileoni. Hay quienes recordaron que a la ex ministra de Educación, Roxana Perazza había que sacarle con un sacacorcho una opinión sobre la Ley, pero ahora quienes la promueven cuentan con la complicidad del nuevo ministro quien expresó la necesidad de la Ley en la Ciudad y sobre que los chicos reciban esa materia “desde sexto o séptimo grado”.
Además, sin quedarse corto, metió la cuchara en la Gran Casa: “sería importante que legisladores puedan sancionar cuanto antes esa ley”. Aunque ante los medios tanto Suppa como el titular de la Comisión de Educación de la Legislatura,
Marcos Peña (Compromiso para el Cambio), consideraron que “está lejos, todavía” el logro de un proyecto consensuado que deje atrás la batalla ideológica sobre el tema, se sabe que el cepecista anda por los despachos con puntos en los que quienes apoyan el proyecto de De Estrada-Enríquez estarían dispuestos a ceder.
Ya con la cuchara en el tarro Sileoni propuso públicamente que los distintos bloques se pongan de acuerdo en los grandes temas y luego, por medio de una resolución del Ministerio, “se bajen los contenidos para consensuarlos con los padres”.
Además, defendió la facultad del Estado para disponer que la educación sexual sea obligatoria en todas las escuelas, tal como lo plantea el proyecto de la diputada Ana María Suppa, al que él calificó como “muy sensato”.
APORTAR AL DEBATE
Aprendió a leer y escribir en una escuela católica, pero no se pone colorada al hablar de prostitución, trata de blancas, pederastas o aborto. Se jacta de haber sido una alumna rebelde, pero aplicada. Y se ilusiona con su participación en las discusiones legislativas. Es Liliana Parada, la diputada del Ari que se animó a ponerle firma a un proyecto de su partido sobre la Ley de Educación Sexual, aunque le reconoce el copyright a la representante provincial del Ari, Marta Mafei.
-¿Es un proyecto mediador?
-Si lo miramos desde el punto de vista de la autoridad de aplicación, sí. No dejamos toda la autoridad en el Estado
ni toda la autoridad en la Familia. En ese sentido, los dos proyectos existentes son totalmente extremos.
-¿Cuáles son los puntos que no va a transar de su proyecto?
-La obligatoriedad en escuelas públicas y privadas y las edades de los educandos (del nivel inicial al medio, incluyendo la educación especial, de adultos, artística, institutos de formación docente), a los efectos de salvaguardar la salud psicofísica de las personas.
-¿Qué nivel de apoyo tiene dentro de su bloque?
-Muy amplio, de hecho, Juan Manuel Velasco y Fernando Melillo hicieron aportes.
-¿Enrique Olivera lo apoya?
-En el Ari, privilegiamos la libertad de conciencia. En el bloque macrista tampoco hay apoyo 100% al proyecto de Enríquez-De Estrada.
-¿En qué nivel están las conversaciones para poder llegar a un proyecto consensuado y que consiga aprobación en el recinto?
-Hemos conversado y seguimos conversando con Ana Suppa), creo que llegaremos a buen puerto, no son proyectos tan lejanos. En los grandes ejes, son muy similares.
-¿Pero entonces qué aporta el suyo?
-Creemos en una autoridad de aplicación compartida y en la creación de Educador Sexual. No debe ser ni la maestra, ni la catequista, la que imparta la clase. Debe ser alguien preparado para tal fin. Y en todo caso, que la catequista aporte lo que considere que debe aportar.
-¿Porqué decidió meterse en la discusión?
-Porque está probado que no se es libre en las decisiones si uno está desinformado. El método de prevención es la información y la formación, es la escuela, donde la población
de más riesgo, pasa la mayor parte de su tiempo. La educación como herramienta para prevenir, informar, formar, educar.