ARI TIERRA DEL FUEGO
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en julio 17, 2006
Las listas de espera superan las 15 personas por avión
Crisis aerocomercial: Los vuelos están sobrevendidos y no hay asientos disponibles hasta el 7 de agosto
– La escasez de vuelos a Tierra del Fuego afecta a los 120.000 habitantes de la isla. Afirman que por estos días los vuelos están sobrevendidos y tomados hasta el 7 de agosto. LAs listas de espera superan las 15 personas diarias. Son consecuencias de la decisión de Aerolíneas Argentinas de recortar un 66% la frecuencia de aviones. La dificultad complica el viaje de pobladores locales, la llegada de turistas y el ingreso de carga como medicamentos o diarios.
“Atrapados sin salida”, el lema acuñado por las agencias de viajes para protestar contra la escasez de vuelos a Tierra del Fuego, resume en tres palabras la realidad que viven los 120.000 habitantes de la isla.
La dificultad para conseguir asiento en uno de los dos aviones diarios –tres, en los mejores casos-dispuestos por Aerolíneas Argentinas agrava la sensación de lejanía e insularidad en esta ciudad, tres veces más distante de Buenos Aires que de la Antártida.
“En estos días hay sobreventa de pasajes y los vuelos están todos tomados hasta el 7 de agosto”, explicó a radioactiva Roxana Ortega, de KM 3200, dato que confirma el servicio telefónico de la ex compañía de bandera. “Esto no significa que esté todo emitido, porque con algo de trabajo y de paciencia se pueden conseguir lugares”, alentó.
Este año y el anterior Aerolíneas recortó un 66% la frecuencia de vuelos a Ushuaia respecto de 2004, en que llegó a tener 35 a 42 arribos semanales. Esta magra disponibilidad de butacas se reduce aún más por las escalas que realizan las aeronaves en El Calafate y Río Gallegos.
La carencia afecta la movilidad de los fueguinos, pero también impacta en la actividad turística, el transporte de cargas como medicamentos y otros insumos.
Las consecuencias del avión como único medio se viven a diario en los mostradores de las agencias, y en el hall de embarque del aeropuerto Malvinas Argentinas, donde un promedio de trece personas se anotan en cada lista de espera con la esperanza de subirse al avión que los lleve a Buenos Aires.
“Un hombre estuvo yendo tres días seguidos al aeropuerto porque el padre estaba internado en grave estado, hasta que se sentó adelante mío, empezó a llorar y a decirme que no conseguía viajar”, recordó María Eugenia Sánchez, de la agencia Bajo Cero.
“La presión que sentimos es muy fuerte, nos gustaría dar respuestas, pero Aerolíneas hace lo que se le da la gana y nadie le pone un freno”, lamentó Sánchez, empleada en la agencia del presidente de la Asociación Fueguina de Agencias de Viajes y Turismo (Afavyt), Hernán Quesada.
La Afavyt realizó el mes pasado dos ruidosas manifestaciones callejeras parea exigir “más vuelos” a Ushuaia, que incluyó la recolección de firmas bajo un petitorio dirigido al presidente, Néstor Kirchner reclamando una política aerocomercial “acorde al desarrollo turístico y a las necesidades de la población local”.
Necesidad, no comodidad
Tres días dura un viaje en auto de Ushuaia a Buenos Aires. Hay que atravesar cuatro aduanas para entrar y salir de Chile, y cruzar en barcaza el estrecho de Magallanes. Nadie en situación de emergencia, sin auto o con problemas de salud podría sortear el esfuerzo.
“En un lugar aerodependiente como Ushuaia nada más erróneo que asociar un viaje en avión al placer, al menos directamente”, diferenció una fuente del sector.
Una frecuencia exigua de aviones y localidades compartidas con otros destinos reducen al mínimo las chances de los pobladores para viajar “al norte”, como se dice en estas latitudes. A las pocas plazas disponibles se las disputan los turistas, los estudiantes que en vacaciones regresan a sus hogares en Ushuaia o en Río Grande, y los pacientes derivados a centros de atención de mayor complejidad.
“Nos aflige decirles que no hay lugar a las personas que deben viajar de urgencia, porque tienen un familiar enfermo, o incluso a aquellos que deben concretar una operación comercial en Buenos Aires o en Córdoba”, señaló una empleada de la agencia Tolkar.
El equivalente a una aguja en un pajar es el cupo del 20% de asientos por avión, a tarifa diferencial, para residentes en alguna ciudad de Tierra del Fuego. Un boleto ordinario de ida al aeroparque metropolitano y vuelta cuesta $650, el de residentes es de $354, pero las reservas se agotan rápido y, según denunció el concejal de ARI, Gustavo Longhi, la empresa “no cumple con la previsión que exige la ley”.
Turismo cesante
El lucro cesante de la actividad turística debido a la merma de vuelos a esta capital, fue estimado en US$ 400.000 mensuales por el secretario municipal de Turismo, Julio Lovece.
Los indicadores respaldan al funcionario. El turismo se retrajo un 21% en junio respecto de igual mes del año pasado, calificado de “desastroso” por los empresarios del sector. Sólo el 20% de las 3653 camas se ocuparon el mes último en el que hubo hoteles que cerraron por refacciones o para economizar costos a la espera del verano.
El mes del receso invernal no promete ser mejor. Tres de los seis charters alquilados a US$ 155.000 cada uno, por operadores turísticos de Ushuaia, debieron ser cancelados por “falta de demanda”.
El presidente de la Cámara de Turismo, Miguel Ramírez advirtió sobre el “error” que sería interpretar a este hecho como un atenuante para explicar el impacto de la falta de vuelos regulares a la isla en la caída de la actividad.
“El target del esquí en Ushuaia viajó al Mundial, invirtió en TV de plasma o LCD, se enfrió por la falta de nieve en Patagonia y se asustó con las noticias de las inundaciones en Tierra del Fuego”, explicó quien fue ministro provincial de Turismo, el año pasado.
Por su parte, el presidente del Instituto Fueguino de Turismo, Osvaldo Magi justificó la caída de los vuelos extra, con capacidad para 148 pasajeros, en los $1100 que cuesta cada billete contra los $650 de un pasaje regular y los $870 que sale ir a Bariloche.
Magi admitió que en el rubro hotelero había “mucha expectativa” en los 1200 turistas que los charters podían atraer a Ushuaia y la reducción de esa cifra a la mitad causó “profunda tristeza”, aunque ubicó la debacle a un “fenómeno nacional”.
Los funcionarios y operadores turísticos coinciden en señalar que Aerolíneas recortó la cantidad de vuelos a la provincia por ser la ruta de cabotaje “más larga” del país y por ende la “más cara” para la empresa “con las tarifas actuales”.
En este escenario, dos medidas oficiales despiertan expectativa, aunque se hable del tema en potencial. Se trata de un decreto presidencial, de contenido aún incierto, del que se especula que concedería un aumento del 20% en las tarifas aéreas, el pago de un subsidio a las naftas para rutas extensas, y exenciones impositivas para la compra de repuestos y de aviones por leasing.
El diputado de ARI, Leonardo Gorbacz aseguró que ningún decreto paliará el déficit “si no exige por escrito que la empresa ponga más vuelos a la Patagonia”.
La otra acción sería la creación de una aerolínea regional, pergeniada por los gobernadores de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, pero en la última reunión que mantuvieron en Comodoro Rivadavia trascendió que el proyecto no tiene siquiera un cálculo de costos
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