Por Alicia de Arteaga
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en septiembre 17, 2006
Esculturas que hablan
Cristina Piceda expone en el Centro Cultural Recoleta obras de 2002 a 2006
Cuatro años de trabajo, el paso por una experiencia afectiva límite como fue la muerte de su padre y el encuentro azaroso con un arsenal de viejas maderas portuarias están contenidos en la muestra que Cristina Piceda inauguró el martes en el Centro Cultural Recoleta.
Las maderas como pinturas constructivas de memoria rioplatense, según Piceda
De apariencia casi frágil, la tenacidad de Piceda se adivina cuando se miran sus manos fuertes, acostumbradas a domar materiales indomables como el mármol -blanco de carrara o negro de Bélgica- con el que logra texturas sensuales, pliegues donde puede detenerse la mirada, como sucede en Epidermis. Su último desafío fueron unas enormes vigas de madera gastada por el tiempo, pulidas por el ir y venir del agua en los diques de Puerto Madero. Allí estuvieron desde fines del siglo XIX cuando Eduardo Madero proyectó el puerto donde hoy se levanta el último barrio porteño, escenario de un acelerado desarrollo inmobiliario. La escultora vio el lote de maderos viejos, lo compró y lo trasladó al taller de Barracas hasta que esas maderas, convertidas en elegantes vigías, en guerreros y emperadores con piel de madera y corazón de mármol, hablaron. Con excelente criterio, el curador Gustavo Vázquez Ocampo agrupó las formas totémicas en un ejército inmóvil, apenas iluminado por una luz cenital. La voluntad constructiva del Piceda encontró un camino nuevo en los maderos convertidos en cuadros-objetos, una sinfonía de marrones rioplatenses que evidencian la memoria del pasado portuario.
Centro Cultural Recoleta, Junín 1930
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