EEUU… libertad…libertad…libertad??

Periodistas podrían ir a prisión por no revelar sus fuentes

 Una corte estadounidense amenazó con encarcelar durante un año y medio a los dos periodistas que destaparon el escándalo de doping en torno del laboratorio BALCO, si no revelan sus fuentes de información, según publicó ayer el diario San Francisco Chronicle.

Los periodistas Mark Fainaru-Wada y Lance Williams, por ahora, se niegan a revelar los nombres de quiénes les suministraron los testimonios judiciales de los jugadores de béisbol Barry Bonds y Jason Giambi, que sirvieron como base para la publicación de artículos por el diario Chronicle sobre el escándalo de dopaje BALCO. A partir de esas publicaciones, detonó en Estados Unidos un debate a nivel nacional para pedir controles más estrictos en el deporte profesional.

La publicación no autorizada de actas de un tribunal es un delito en ese país. Y la pena que podría pesar sobre los periodistas —sino revelan sus fuentes— es mayor que las que se vienen aplicando a los culpables en el caso.

Una periodista del diario The New York Times, Judith Miller, pasó el año pasado 85 días en la cárcel porque se negó a revelar sus fuentes en el caso de Valerie Plame, una agente de la CIA cuya identidad fue filtrada por un ex responsable del Departamento de Estado, Richard Armitage

El «caso BALCO» (nombre del laboratorio creador y proveedor de un método de dopaje indetectable en los EE.UU.), comenzó después que el entrenador de atletas olímpicos estadounidenses Trevor Graham enviara una jeringa que contenía la hasta entonces indetectable sustancia tetrahydriogestrinona (THG) —mejora el rendimiento deportivo e incrementa la masa muscular— a la Agencia Antidopaje de Estados Unidos en junio de 2003.

Once atletas han sido sancionados por dopaje y otros tres amonestados por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero ninguno fue condenado por la corte.

El 18 de octubre de 2005, el fundador de los laboratorios BALCO, Victor Conte, fue condenado a cuatro meses de prisión y otros cuatro de libertad condicional. La fiscalía lo acusó de ser el distribuidor del esteroide. Y se descubrió que Patrick Arnold fue el creador de la sustancia.