Entre el tango y el rock, Javier Calamaro presentó su último disco
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en octubre 24, 2006
El cantautor editó recientemente el álbum “Villavicio” y, junto a su orquesta “Pirata”, compartió los nuevos temas en Madero Tango, con la presencia de Susana Rinaldi. Ahora recorrerá el interior del país.
El cantautor y músico Javier Calamaro editó recientemente su nuevo álbum de estudio «Villavicio», junto a su orquesta «Pirata», lo presentó en Madero Tango con la admiración de la «tana» Susana Rinaldi y ahora piensa recorrer el país con sus canciones donde con sapiencia y buen gusto fusiona el tango y el rock de sus raíces.
El proyecto de «Villavicio» llevó poco menos de dos años su concreción y comenzó como grabaciones de piano y voz en el living de la casa de Javier junto al «maestro» Leandro Chiappe (Chapa), quien fue el arreglador y productor musical del CD.
«Tomamos como referente a «Pichuco» Troilo y de ahí en mas, dedicimos armar la orquesta y la llamé ’Pirata’, con los músicos que grabamos el disco y nos presentamos en vivo», comentó Javier en diálogo con Télam.
«Cuando grabamos la primera maqueta de este disco, no teníamos la intención de cantar los clásicos con el piano. No había planes de orquestar ni de componer, pero como siempre la improvisación y el destino y la devoción por los ’maestros’, hicieron que esto que ahora escuchamos sea el comienzo de algo», remarcó el autor de temas como «Quitapenas».
Conforman los Piratas y Piratas en tránsito: Leandro Chiappe (piano, acordeón y órgano Hammond), Julio Graña (violín solista), Miguel Angel Bertero y Pablo Hopernhayn (violín), Julio Domínguez (violín y viola), Guillermo Ferrer y Pablo Araujo (contrabajo), Mariano Cigna (bandoneón), Fabián Fazio (vientos), Luis «Indio» Márquez (guitarra) y Zurdo Alaguibe (batería y percusión).
Temas propios (compuestos con Chiappe) como «4 rosas y una vela», «Granizo», «Sordidez y sordera», «Culpable y convicta», se mezclan con clásicos del dos por cuatro del tipo de «La última curda» (Catulo Castillo y Troilo), «Garúa» (Cadícamo y Troilo), «Yuyo verde» (Expósito-Federico) y «Desencuentro» (Castillo-Troilo), entre otros.
«En algún lugar existe una ciudad llamada ’Villavicio’ donde reina la miseria mental, la incertidumbre y la paranoia flotan en el aire. Por sus calles saturadas de almas en pena la gente deambula como autómatas sin saber adonde van ni para qué, con este pensamiento salió el título del disco y así compuse ’4 rosas y una vela’, que sintetiza el concepto», recordó.
«Mientras que ’Granizo’, explicó Javier, nació pensando en aquel peor granizo que cayó algún día de julio cuando otro villaviciense pensaba como evitar volarse la sesera por vigésima vez en lo que iba del invierno. En ese momento lo conocí, flotando a la deriva en un mar de sordera y sordidez».
«Me dí algunos gustos como la participación de Adriana Varela en ’Yuyo verde’ y el bandoneón y la voz de Rubén Júarez en ’La última curda’, que lo visten de gala al disco», agregó el músico.
«Decidí además volver a grabar mi versión de ’El corralero’ el clásico de Hernán Figueroa Reyes, que ya había grabado en un disco que se llamó ’Chiapas’ y sentí la necesidad de terminar la placa con ’Yira yira’ de Enrique Santos Discépolo y ’Tomo y obligo’ de Carlos Gardel y Manuel Romero», expresó.
«Ahora con el disco convertido en una realidad, la idea es tocarlo en todo el país, lo estrenamos en Madero Tango donde recibí el honor del halago de la ’Tana’ Rinaldi, estaban mis viejos, mi hijo Romeo, amigos, periodistas y todos los que de alguna manera confiaron en el concepto de un disco especial para mí», afirmó.
«Me siento muy bien cantando el tango, el dos por cuatro de mis maestros, estoy componiendo, fiel a mi estilo de no perder la esencia rockera de mis comienzos como cuando tocábamos con Los Guarros, pero vivo otro momento y otro espacio dentro de mi carrera», concluyó.
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