Arruabarrena le dio la victoria al Villarreal

El argentino conectó de cabeza un centro de Riquelme y así su equipo pudo ganarle 1 a 0 de visitante a la Real Sociedad. El Submarino Amarillo, que venía de dos empates al hilo, no lució, pero fue más oportuno que otras veces.

El Villarreal visitaba a la Real Sociedad obligado. Navegando de la mitad de la tabla para abajo, con pocos triunfos y lejos de los puestos de Copa UEFA. El equipo del chileno Manuel Pellegrini necesitaba los tres puntos como se necesita al agua para vivir. Juan Román Riquelme como líder futbolístico, Rodolfo Arruabarrena como capitán, más dos ex Vélez para darle fuerza al medio y a la defensa: Leandro Somoza y Fabricio Fuentes.

El partido se presentaba aburrido en los primeros minutos. El Villarreal busca, mueve bien la pelota, está ordenado; pero no tiene peso en el ataque. Riquelme traslada la pelota y siempre intenta meter un pase de gol. Pero juega muy lejos del área y termina en pelotazos que se vuelven imprecisos. A los 11, Riquelme tuvo un tiro libre. Fue a las manos del arquero local Bravo.

La jugada más peligrosa llegó a los 22. Riquelme la trajo desde el medio, sobre la izquierda, hacia el centro. Tocó para el brasileño Senna y el volante metió el pase al área para Nihat. El turco metió la cabeza, pero no supo definir con claridad. Otra vez Bravo se quedaba con las escasas llegadas del Submarino Amarillo. Mientras tanto, el local complicaba con remates desde afuera del área que hacían revolcar al arquero Viera. Primero fue Fábio Felicio, y después se sucedieron Garitano y López Rekarte.

Se fue el primer tiempo con el 0-0. Poco atractivo, bastante aburrido. Está claro que el Villarreal no es lo que era.

Para el segundo tiempo, el chileno Pellegrini apretó las tuercas en el vestuario. Porque su equipo salió con otra actitud. Sólo cambió en la actitud, porque en el juego se repetía constantemente. Riquelme buscaba el hueco y terminaba intentando un pase muy difícil. Pero por otro lado, el local sacó, aún más, el pie del acelerador y ya no inquietaba a Viera.

A los 27, Román armó la jugada. Forlán entró por la izquierda y definió incómodo. El arquero Bravo salvó sobre la línea. El Villarreal avisaba. Sin ideas buscaba; sin ideas, pero buscaba.

Y el que busca… A los 37, Riquelme envió un centro cargado de veneno desde la izquierda. Todos dudaron. Forlán fue al primer palo y no llegó a cabecear. El arquero Bravo se agachó inexplicablemente. La pelota picó en el área chica y por atrás de todos apareció el Vasco Arruabarrena. El capitán, medio con la cabeza y medio con la mano, la empujó como pudo hacia el arco. La pelota picó detrás de la línea rebotó en la red del techo del arco y fue el 1-0. Rarísimo.

Faltaba poquito. El Villarreal se defendió en los minutos finales y se quedó con una victoria importantísima. Para levantar el ánimo, para mejorar el juego, para levantar cabeza, para escalar posiciones. Mucho por mejorar, pero con más aire. El Vasquito fue el salvador y el Villarreal pudo festejar.

Más tarde, desde las 16, el Zaragoza de los argentinos visita al Atlético de Madrid. Por el lado del equipo maño no jugará Pablo Aimar, lesionado. Sí lo harán el cabezón D’Alessandro, Leonardo Ponzio y los hermanos Milito. En el local, en tanto, Sergio Agüero irá al banco en el local mientras que Luciano Galletti estará desde el arranque.