“Soy simplemente un compositor de canciones”
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en octubre 30, 2006
Más allá de ser vástago del legendario Moris, hito del nacimiento del rock argentino, no cabe duda de que hace mucho tiempo que AntonioBirabent trascendió la figura de “hijo de” para formar un camino propio desde dos flancos profesionales; la música y la actuación en cine y televisión.
Aunque su figura se catapultara al público masivo desde su participación en el taquillero film “Tango feroz” de MarceloPiñeyro, su carrera musical creció en paralelo a su adolescencia, ya que desde 1989 formó parte de la banda de su padre cuando la familia se exilió a España.
La palabra “tiempo” lo viene persiguiendo. A punto de terminar las grabaciones de la teleserie de Canal 9 “El tiempo no para”, que finaliza en noviembre, la presentación de su Tiempo y Espacio lo ha mantenido bastante ocupado.
Esta placa que trae a Mendoza y que presentará hoy a las 21, en el teatro Independencia, es una continuación de un estilo personalísimo de composición que caracteriza su estilo a lo largo de sus nueve discos. Canciones llenas de momentos congelados, imágenes de ciudades que reflejan sentimientos y sensaciones, que en esta oportunidad incluyeron la participación del intoxicado Pity Álvarez, el ex-Cadillac Flavio Cianciarulo y su padre Moris, para insuflarle el perfil líricamente urbano que constantemente Birabent repite en su obra.
En esta entrevista, el creador de “A mí la lluvia” indaga sobre algunos elementos que orbitan alrededor de su mayor pasión, la música.
-¿Cómo viene el recital?
-Está todo listo y tengo ganas de tocar.El show va a incluir temas de siempre y de la placa nueva, Tiempo y espacio. Hemos tenido un año intenso de muchos recitales por diferentes lugares del país. Esto me produce un gran placer porque me pone en comunicación con lo más real que es subirse a un escenario.
– ¿Qué tiempo le dedicás a la música en porcentaje con la actuación?
– No es tan matemático. No lo podría dividir en un porcentaje. Hay una realidad; siempre estoy pensando en la música. Porque cuando no estoy dedicado puntualmente a tocar, estoy componiendo o estoy recordando una letra que escribí. Mi música es mi canal de expresión, mi lugar de creación. Cuando me siento a escribir música siempre lo hago en papel y lápiz.
-Lo contrario de las nuevas tecnologías, ¿te llevás bien con ellas?
-Me llevo mejor con lápiz y papel. Conozco la tecnología, la manejo y en muchos de mis discos eso inevitablemente está porque ahora es inherente a la música. Tal vez por eso mismo sigo compensando toda eso con lo más básico y primario que es un papel y un lápiz, y una guitarra.
-¿Cómo componés tus canciones?
-Lo hago desde un estímulo visual que puede ser la calle, una palabra, un libro, las cosas que no son comunes en mí que me llevan a escribir. Componer tiene que ver con estar despierto, con estar atento a lo que pasa.
-Tengo la sensación de que tus letras tienen que ver con el cine. ¿Vos pensás lo mismo?
-Es verdad. Creo que hay una compulsión visual en mí. Me gusta mucho mirar y retratar. En algunas canciones hay secuencias, retratos de personas que se mueven, pinturas de ciudades. En Tiempo y Espacio esto es más notorio pero está en casi todos demás discos. Hay un ejemplo claro en él que se llama “El Oeste cercano”. La canción habla de una avenida, algo muy común aunque esconda algo mágico. Pienso que la composición está ahí, en saber mirar algo desde otro lugar.
-¿Cómo llegaron Flavio Cianciarulo, Pity Álvarez y Moris al disco?
-El disco es muy urbano. Es un material que habla del hombre en la ciudad. Cada uno de los tres tienen esa condición de urbanos. Si tendría que definirme me considero un cantor urbano también. Con diferentes generaciones, diferentes motivaciones, cada uno aportó algo real y sincero a esa urbanidad.
-¿Tenés algún disco preferido?
– (Risas). Creo que cuando dicen que el último es el preferido es porque la discográfica presiona. No, no tengo un disco preferido, quizá también porque he sacado discos independientes y con muchas compañías distintas. Para serte sincero estoy muy orgulloso de ellos. Puedo decir por suerte que todo lo que he hecho lo quise hacer.
-¿Te gusta que ese orgullo se transmita en los recitales?
– Si. Los que vayan al teatro esta noche van a escuchar canciones muy lejanas en el tiempo.Creo que cuando miro a la distancia, las canciones que he ido haciendo desde el primero al último álbum pertenecen a un mundo común.
-Me parece que están todas conectadas…
-En gran medida sí. También es cierto que al ser un solista curioso he pasado por ámbitos muy distintos. He probado, he buscado otras cosas con una gran libertad. Sin embargo, eso no me ha corrido de lugar. Soy simplemente un compositor de canciones.
-¿Sos de volver nostalgiosamente sobre tu repertorio?
-No. Cuando llega la hora de tocar y armar la lista de canciones me junto con la banda y listo, aunque en un show sólo podés tocar 20, nunca 40 canciones. Estoy en desacuerdo con la música cuantificada. Un disco puede tener muchos temas pero cabría preguntarse si todos están buenos.
-¿Qué pensás del mercado discográfico?
-A veces tengo la sensaciónde que en los discos se pierden muchas canciones, más ahora cuando se han convertido en un objeto de lujo. Están carísimos y se venden cada vez menos. Las personas con la PC desmembran los discos como si fueran cirujanos plásticos. Pero pasan también otras cosas: el álbum Azar, muy independiente, pasó sin pena ni gloria a pesar de la crítica. Con el paso del tiempo había mucha gente que lo conocía y me habló maravillas de él. Desde allí empecé a acunar un pensamiento: ¡Qué bueno que hice los discos en lugar de quejarme! El rock se ha convertido en un grupo de quejones, estamos todo el día quejándonos esperando que alguien nos descubra. ¿Por qué no mejor componemos mejores canciones en lugar de hablar de que podemos o no tocar?
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