El ataque a la obesidad se mete en la agenda pública
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en noviembre 15, 2006
Los expertos en políticas públicas suelen afirmar que un tema llega a la agenda de gobierno recién cuando la propia sociedad lo ha considerado como un problema a ser resuelto: este parece ser en la actualidad el caso de la obesidad considerada como enfermedad, una cuestión que durante 2006 se metió de lleno en los despachos de legisladores y funcionarios.
Una de las expresiones visibles de esta “toma de conciencia” es el éxito del programa de televisión “Cuestión de peso”, que llegó a alcanzar picos por encima de los 12 puntos de rating en los mediodías de Canal 13.
El programa muestra la realidad de personas obesas que encaran tratamientos para bajar de peso, bajo un formato de “reality show” pero con hincapié en aspectos educativos y de información sobre la problemática.
En el contexto del programa surgió la iniciativa de impulsar un proyecto de ley para que la obesidad sea declarada una enfermedad, de manera que las obras sociales y prepagas estén obligadas a tratarla y se encaren fuertes campañas de prevención.
El médico Alberto Cormillot, quien forma parte de la emisión, ya había intentado sin éxito promover una iniciativa de ese tipo en 1988, pero ahora el panorama se presenta más favorable.
“La conciencia de la gente sobre la obesidad ha ido cambiando progresivamente, pero lo que realmente ha hecho un eje del cambio es el programa. El proyecto ha tenido un buen avance en el Senado y esperamos darle más impulso en Diputados”, señaló Cormillot.
Por lo pronto, el próximo 20 de noviembre se realizará un abrazo simbólico al Congreso y en varias provincias habrá manifestaciones para apoyar la iniciativa.
En cuanto a las resistencias que puedan surgir para el proyecto por parte de prepagas o prestadores de salud, Cormillot advirtió que debe “prevalecer el sentido común y tiene que haber un período de transición hasta que todos los aspectos de la ley estén implementados”.
“Esto hay que hacerlo. El tema luego es pensar una forma de implementación razonable. Hace unos años no se cubrían los servicios de odontología, psicología o psiquiatría y después se fue brindando en forma paulatina y con algunos límites”, explicó.
Además, Cormillot destacó que “las obras sociales y el Estado tienen que entender que, por ejemplo, en cuanto a las operaciones gástricas, el gasto que se realiza luego se recupera en un período de entre tres y cuatro años debido a la cantidad de tratamientos que la persona obesa deja de requerir”.
Los primeros pasos en ese sentido comenzaron a darse la última semana, cuando se realizaron las primeras dos operaciones de by pass gástrico gratuitas de manera exitosa en el Hospital San Martín, de La Plata.
Los beneficiarios fueron dos pacientes de casi 200 kilos de peso, que evolucionan en forma favorable.
El impulso a la iniciativa para declarar a la obesidad como una enfermedad ya se convirtió en una verdadera “movida federal”: al mismo tiempo que se haga la movilización al Congreso también habrá una marcha en Rosario.
En tanto, ya hubo manifestaciones para promover la norma en la ciudad santacruceña de Caleta Olivia, a partir de que la provincia es la que muestra mayores índices de sobrepeso.
Las iniciativas para combatir la obesidad no se concentran sólo a nivel nacional y ya son varios los municipios que tienen en su agenda el tema.
Un caso es Ensenada, en la provincia de Buenos Aires, donde se promueve la alimentación saludable en las escuela públicas.
El secretario de Salud comunal, Omar Resa, destacó que en las actividades de prevención se requiere de “un fuerte compromiso del sector educativo” de cara a modificar “estilos de vida, hábitos y fomentar actividades físicas”.
En esa línea, no poco revuelo causó en la Ciudad de Buenos Aires la sanción de una ley de prevención de enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, que incluye un conjunto de medidas de concientización y prevención.
La polémica estuvo dada a partir de la obligatoriedad que fija para que los restaurantes y bares ofrezcan en su carta un menú bajo en grasas y sin sal e incluyan en el menú una leyenda que promueva la consulta médica sobre una serie de dolencias.
“En la Ciudad de Buenso Aires hay una conciencia de la alimentación sana pero todavía tenemos que hacer hincapié en los más chicos. Tenemos que ayudar a los padres a prevenir este tipo de enfermedades en niños y adolescentes”, explicó el autor de la iniciativa, el legislador por el ARI Fernando Cantero.
El diputado, quien recibió fuertes críticas de las cámaras que nuclean a los comercios gastronómicos, defendió la norma, al evaluar que también permitirá llegar a los sectores de bajos recursos.
“Esos sectores no tienen los medios suficientes para hacer una dieta más variada y la norma obliga al Estado a proveérsela a través de los planes alimentarios, en caso de que un médico lo indique”, explicó Cantero.
En cuanto a la polémica con los restaurantes, legislador explicó que la norma no “prohíbe nada” sino que promueve hacer más visibles alimentos que “se encuentran en el 90 % de esos comercios”.
La “batalla cultural” que médicos y promotores de la “vida sana” venían librando hace años parece haber llegado a un punto de no retorno, a partir de esta multiplicación de iniciativas para combatir la obesidad surgidas a nivel nacional, provincial y municipal.
Junto con el embate contra el tabaquismo, la necesidad de mejorar la calidad de vida mediante una buena alimentación y hábitos sanos ganó conciencias y despertó una fuerte actividad de legisladores y funcionarios, interesados en responder a demandas sociales.
Ahora llegará el tiempo de implementar las medidas que se adopten, para que no queden en un listado de buenas intenciones.
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