GORBACZ: “LA SOCIEDAD NO PUEDE TRANSMITIR VALORES EN LA ESCUELA Y DESDECIRLOS FUERA”.
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en noviembre 16, 2006
La Cámara de Diputados dio ayer media sanción a un proyecto que prevé la creación, en el ámbito del Ministerio de Educación, del Programa Nacional de Educación para la Prevención de Adicciones y Consumo de Drogas. El diputado Leonardo Gorbacz, en su carácter de miembro de la Comisión de Adicciones, intervino en el recinto y manifestó su apoyo a la iniciativa. Pero advirtió que: “sino se resuelve la exclusión social ninguna otra medida va a ser suficiente”.
La Cámara de Diputados dio ayer media sanción a un proyecto de ley que prevé la creación, en el ámbito del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, del Programa Nacional de Educación para la Prevención de Adicciones y Consumo de Drogas. Dicho programa tiene como finalidad que los alumnos de las escuelas públicas, de gestión estatal y privada, cuenten con propuestas formativas específicas para desarrollar actitudes, saberes, valores y prácticas que contribuyan a prevenir las adicciones y el consumo de drogas.
“Se puede esperar que el área de educación contribuya y ayude a construir otro modelo, otra forma, otros valores, pero que ayude no quiere decir que tenga la responsabilidad absoluta de una tarea semejante, porque si no es acompañada por el resto de la sociedad no tendrá ningún éxito”, reflexionó el parlamentario.
El arista manifestó que: “los chicos son especialistas en percibir dónde está la hipocresía; la sociedad no puede transmitir ciertos valores en la escuela y desdecirlos fuera de ella en otras áreas o escenas de la vida social”. “No sirve que transmitamos que hay que bancarse las frustraciones y luego mostrar políticos que no aceptan ningún límite”, ejemplificó el arista en clara alusión al Presidente Kirchner.
El diputado dijo que: “no es casual que en nuestro país se hayan incrementado las adicciones a la luz de la exclusión y fragmentación sociales y de la degradación de los valores. Por ello, el ARI viene hablando, desde hace mucho tiempo, acerca del contrato moral, que tiende a una refundación de valores que se perdieron en la Argentina”.
Para concluir, Gorbacz expresó que: “dentro de poco tiempo en este Congreso daremos una verdadera e importante discusión sobre prevención de adicciones. Eso sucederá cuando discutamos el proyecto de presupuesto. Me estoy refiriendo no al debate sobre el monto que se destinará a la Sedronar o a la salud –aunque esto también es importante- sino a la discusión relativa a la matriz distributiva, a quién cobramos impuestos y a cómo achicamos la brecha entre ricos y pobres”.
Extracto versión taquigráfica de la Reunión 41º – 29º Sesión Ordinaria de Tabla, celebrada el 15 de noviembre de 2006.
Programa nacional de educación para la prevención de adicciones y consumo de drogas
Sra. Presidenta (Vaca Narvaja).- Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
Sr. Gorbacz.- Señora presidenta: en primer lugar, anticipo el voto afirmativo del ARI. Este es un proyecto que acompañamos en la comisión de Prevención de las Adicciones y en la Comisión de Educación. No sólo lo acompañamos, sino que lo hicimos con entusiasmo.
En su momento, felicitamos a la autora y a los asesores que trabajaron en el proyecto, lo mejoraron y ampliaron para poder incluir en él a todas las adicciones, porque la adicción a la televisión, a Internet, la ludopatía, en fin, cualquier tema de interés puede convertirse en adicción, de modo que nos parecía pertinente cubrir todas estas posibilidades en un programa tan importante como el que se plantea.
Nos parecía además un buen proyecto porque establecía que el trabajo que debe hacerse en la escuela no es sólo el de brindar información. En la escuela se construyen valores, se transmiten saberes, se trabaja sobre actitudes, y todo eso es lo que puede ayudar en orden a la prevención de las adicciones.
Pasemos ahora a ver qué podemos esperar del proyecto. Así como decimos que es un proyecto muy bueno, que va a contribuir en el buen sentido, también debemos decir que hay ciertas limitaciones que no tienen que ver con la letra del proyecto -que para nosotros es inmejorable- sino con qué se puede esperar de un programa de prevención de adicciones en el área de la educación.
Se puede esperar que el área de educación contribuya y ayude a construir otro modelo, otra forma, otros valores, pero que ayude no quiere decir que tenga la responsabilidad absoluta de una tarea semejante, porque si no es acompañada por el resto de la sociedad no tendrá ningún éxito.
Yo imagino, por ejemplo, un trabajo en el marco de este programa, ya funcionando en las distintas escuelas de nuestro país, donde se trabaje sobre el valor del esfuerzo y el mérito, que son valores que sin duda tienen que ver con una actitud o posición subjetiva que aleja de la posibilidad del consumo.
Entonces, se trabaja sobre el esfuerzo y el mérito dentro de la escuela, pero cuando el chico sale se encuentra que, por ejemplo, en la escena política o social no es el esfuerzo o el mérito lo que vale sino el acomodo o el amiguismo. Quiere decir que aquello que se trabajó en la escuela difícilmente podrá tener algún efecto. Puedo imaginarme también el trabajo sobre el respeto al otro dentro de la escuela, y al chico saliendo de la escuela y viendo en la televisión cómo en otras escenas no se respeta al otro, se lo avasalla o compra.
Me imagino además el trabajo sobre los chicos en relación con la aceptación de los límites; no los límites en lo que a autoridad se refiere sino en lo relativo a la necesidad de que los chicos acepten que no todo es posible, que no existe una felicidad absoluta, que hay que “bancarse” ciertas frustraciones. Sucede que después salen de la escuela y se encuentran con dirigentes políticos que quieren más y más poder y no aceptan ningún tipo de límites.
Podría seguir con los ejemplos, pero no quisiera extenderme demasiado; en todo caso, solicitaré que se autorice la inserción del resto de mi discurso en el Diario de Sesiones.
Los chicos son especialistas en percibir dónde está la hipocresía; la sociedad no puede transmitir ciertos valores en la escuela y desdecirlos fuera de ella en otras áreas o escenas de la vida social, pues en ese caso lo único que haríamos sería construir mayor desconfianza, mayor frustración y, en consecuencia, un terreno mucho más proclive para el consumo de drogas y las adicciones en general.
No tengo dudas de que el problema de las adicciones va en aumento. No se trata de un problema que pueda pensarse sólo desde la psicología infantil, ni siquiera desde la psicología familiar, pues se relaciona con cuestiones sociales y culturales. No es casual que en nuestro país se hayan incrementado las adicciones a la luz de la exclusión y fragmentación sociales y de la degradación de los valores.
Por ello, el ARI viene hablando, desde hace mucho tiempo, acerca del contrato moral. Nosotros lo denominamos así, otros podrán llamarlo de distinta forma, pero ese contrato moral –que tiende a una refundación de valores que se perdieron en la Argentina‑ se asemeja al programa que hoy se propone, aunque apunta a toda la sociedad para que ésta pueda replantearse qué valores estamos sosteniendo.
Vamos a votar afirmativamente este proyecto porque es muy bueno y significará una contribución. Sin perjuicio de ello, quiero señalar que dentro de poco tiempo en este Congreso daremos una verdadera e importante discusión sobre prevención de las adicciones. Eso sucederá cuando discutamos el proyecto de presupuesto. Me estoy refiriendo no al debate sobre el monto que se destinará a la Sedronar o a la salud –aunque esto también es importante‑ sino a la discusión relativa a la matriz distributiva, a quién cobramos impuestos y a cómo achicamos la brecha entre ricos y pobres. No tengo dudas de que el aumento del problema de las adicciones tiene que ver con la exclusión social. En esa ocasión en este recinto estaremos discutiendo en torno de la prevención de las adicciones, aun sin nombrarla. (Aplausos.)
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