Integrales y holísticas, algunas disciplinas llegaron a occidente en el siglo pasado, pero nacieron hace miles de años. Hoy son populares en todo el mundo por su efectividad en el plano físico, y también porque ayudan a nivel mental y emocional.
Mejorar la calidad de vida, adquirir mayor flexibilidad, liberar tensiones, desactivar la fatiga. Los beneficios de disciplinas milenarias como el Tai Chi, el Chi Kung y el Yoga son cada vez más buscados en las grandes metrópolis de occidente. Porque lejos de las agitadas gimnasias tradicionales que se proponen quemar calorías, estos sistemas terapéuticos ponen el acento en trabajar cuerpo y mente a través de posturas y movimientos lentos que recomponen el equilibrio energético, oxigenan el organismo, armonizan las emociones, incrementan la vitalidad y aumentan la concentración. La respiración y la relajación juegan un papel preponderante, pero también es central el ejercicio físico: músculos, tendones y articulaciones se elastizan y fortalecen a través de técnicas intensas que respetan el ritmo interno. Alternativas que valen cuando se buscan métodos integrales con resultados anti-stress.
Tai Chi Chuan
Al ritmo de la naturaleza
Desactivar la fatiga mental y física es el objetivo principal de quienes se acercan a la práctica del Tai Chi Chuan, una disciplina que demostró ser una efectiva herramienta terapéutica para vencer el stress crónico y encontrar paz interior, prolongar la vida, curar y rejuvenecer. Mitad gimnasia, mitad arte marcial, consiste en una secuencia de posiciones encadenadas, orientadas a lograr armonía entre alma, mente y cuerpo. “Los desplazamientos del Tai Chi Chuan imitan los movimientos de los astros y de la naturaleza, por eso el trabajo es lento y continuado”, describe Sergio Ariel Martínez, maestro de Pa-Kua. La práctica es intensa y completa: una clase para principiantes consta de ejercicios de apertura de articulaciones, estiramiento de músculos y tendones, con la atención centrada en la respiración, las posiciones y movimientos de las secuencias y los ejercicios de estiramiento y relajación. “Es un aprendizaje de por vida, que se disfruta desde la primera experiencia, y se profundiza en los diferentes niveles. El avance es progresivo y con el tiempo se logra trabajar de un modo introspectivo”, afirma Martínez.
Mejora la circulación, la digestión, la postura y la elongación. Trabaja las articulaciones y perfecciona el equilibrio. Disminuye el stress produciendo una sensación de calma asociada a la paz de los escenarios naturales. Equilibra las emociones y aumenta la relajación. Los movimientos estimulan el flujo de la sangre hacia el corazón y mejoran la circulación en todo el cuerpo. Previene el insomnio y favorece un sueño reparador.
Cuando se comienza a practicar Tai Chi Chuan, la respiración debe ser cómoda, lo más natural posible, tratando que adquiera el mismo ritmo que tiene mientras dormimos. A medida que se avanza en la técnica, cada ciclo respiratorio se vuelve más eficaz y profundo.
El Tai Chi Chuan es un arte marcial de origen y un sistema terapéutico que nació en la milenaria China y permite meditar en movimiento. La actividad es recomendable para niños, jóvenes y ancianos, y se adapta a los ritmos y velocidades según la edad y el estado de salud.
Yoga
Filosofía de vida
Se calcula que hay más de 400 interpretaciones del yoga, surgidas de culturas divergentes a lo largo de cinco mil años de historia de la India. En occidente, la rama más difundida es el Hatha Yoga, que combina práctica de posturas (asanas) respiración y relajación. “El yoga es una actividad que permite conectarnos con nuestro ser interior y consigue una mejoría significativa en el plano físico, mental y emocional. Relajar los músculos y la columna, oxigenar el cuerpo y liberar la mente de tensiones permite hacer cambios profundos en pos del bienestar”, define David Lifar, director de la Fundación Indra Devi.
Otro tipo de yoga que cobró impulso es el SwáSthya Yôga, sistematización del yoga más antiguo realizada por el maestro brasileño DeRose. “La característica básica es el rescate de la versión más pura y auténtica de esta filosofía milenaria y del concepto primitivo de entrenamiento, que consiste en encadenamientos espontáneos, anteriores a la costumbre de repetir los ejercicios. El resultado es la elaboración de ejecuciones coreográficas”, afirma el profesor Edgardo Caramella, presidente de la Unión Internacional de Yoga.
Otro método que trabaja con diferentes elementos es el Iyengar. Diego Carmona, instructor de esta escuela de yoga, explica que los ejercicios están centrados en la recuperación postural global. “Se utilizan blocks de madera para alinear los pies, almohadones del largo de la espalda para abrir el pecho y cintas para colgarse en posiciones invertidas”, describe.
En el plano físico, el yoga logra un mayor desarrollo de la elongación, la flexibilidad y la tonicidad muscular, mejora la postura al trabajar específicamente sobre la columna vertebral, agiliza el torrente sanguíneo, aumenta la capacidad respiratoria y la reserva de oxígeno. Aquieta la mente, mejora la capacidad intelectual y armoniza las emociones.
Conviene elegir un lugar quieto y alejado de los ruidos y no ingerir alimentos en las dos horas previas a la sesión. La vestimenta debe ser cómoda y suelta. Es preferible trabajar descalzo, sin joyas ni reloj. Es importante no sentir frío.
No hay edad para el yoga, sólo requiere una necesidad interna de mejorar la calidad de vida. Si se practica en forma regular, los beneficios comienzan a notarse a partir de 24 horas de clases, aproximadamente al tercer mes.
Chi Kung
Armonía & energía vital
Respiraciones, estiramientos, ejercicios de meditación… Son elementos propios del Chi Kung, una antigua gimnasia china psicofísica que busca armonizar la energía y mejorar la conexión con el entorno, por medio de una serie de ejercicios y movimientos suaves que relajan y oxigenan el cuerpo. Sofía Cappato, instructora de Chi Kung y responsable en América de la European Wushu Association, con sede en Italia de la maestra Li Rong Mei, destaca de esta disciplina ancestral el sentido interno de unidad en su comprensión más amplia: la posibilidad del ser humano de sentirse en conexión con la vida y armonizado con el entorno. “Lo físico-energético y lo interno forman parte de un único movimiento. La respiración se libera, la circulación fluye, abre espacios y regenera todo el cuerpo”, afirma Cappato en diálogo con LUZ. En general, no se indica cuándo inspirar y cuándo exhalar en los ejercicios. Sin embargo, se hace muy presente y se ejercita de manera indirecta. Cappato sostiene que “el mejor ejercicio es aquel que permite a la respiración ir y venir por sí misma, libre de la voluntad, que es la que ha dispuesto la naturaleza”.
La práctica mejora la energía vital, fortalece los tendones y elastiza los músculos. Regula las funciones digestivas, nutre las células óseas, desbloquea la respiración y logra un estado más claro de conciencia.
La “comunión de mente, cuerpo y energía se vuelve esencial”, apunta la maestra, quien además destaca la importancia de percibir simultáneamente el movimiento y la quietud, el sonido y el silencio. “Ying-yang juntos”, resume. Esto se manifiesta y se ejercita a partir de posturas que apuntan a estar bien anclado, enraizado, con empuje hacia la tierra para alinear el cuerpo.
Se estima que el Chi Kung tiene más de 4000 años y se utilizó con la finalidad de mejorar la salud y prevenir enfermedades. De este arte madre se desprendieron diversas escuelas como el Kung Fu y el Tai Chi Chuan. Pueden practicarlo personas de diferentes edades y condiciones físicas.
Yoga para embarazadas
Es una de las tantas alternativas que ofrece la Fundación Indra Devi. La práctica combina las posturas especialmente adaptadas, con la respiración completa y rítmica, la relajación y meditación, para mejorar todas las funciones corporales vitales, incluida la circulación de los fluidos.
El trabajo que se realiza a lo largo de las clases -durante la gestación- reduce los niveles de stress y la tensión crónica y protege la columna vertebral.
Esta visión holística abarca los aspectos físicos, mentales y espirituales para disfrutar y vivenciar con plenitud la dulce espera.