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RADIO : «LOS QUE CAEN», POR LA COMPAÑIA

Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en diciembre 15, 2006

Un radioteatro de Beckett

 

El autor publicó la obra en 1957 con el requisito de que saliera al aire. Radio Nacional la emite en vivo el domingo.

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Los actores no actúan: operan reproductores de DVD. Los directores se ocupan de controlar que nadie apriete una tecla antes ni después. No hay escenario y los espectadores se agrupan en diferentes espacios. El elemento visual que domina son cuatro números blancos proyectados sobre un fondo negro: un reloj que marca los minutos. Así es la original forma de representación que encontró la Compañía E para la obra para radio de Samuel Beckett, Los que caen (All That Fall), estrenada por la BBC en 1957.

«El autor puso como condición que la obra fuera emitida por radio», explica una de las directoras, Leandra Rodríguez (de larga trayectoria en iluminación). Por eso, además de las dos funciones que tendrá en el Centro Rojas (en el marco del centenario del nacimiento de Becket, en 1906), la obra se emitirá por Radio Nacional (ver información).

Una mujer, la señora Rooney, decide ir a buscar por sorpresa a su marido ciego a la estación de tren. En el camino se encuentra con otros personajes de la zona. Con esa trama simple, que ahonda en el diálogo con elementos absurdos y por momentos sorprendentemente actuales, Beckett escribió Los que caen.

La Compañía ensaya, y el ensayo también es poco convencional. Cada actor se sienta frente a una reproductora de DVD con su texto, y mira, alternativamente, las marcaciones en la hoja, y el reloj que apura los minutos en un monitor. El parlamento de los actores está dividido en tracks, y las entradas indicadas en horas y minutos precisos. La primera entrada de la señora Rooney, por ejemplo, la protagonista, es en el minuto 1.28.

«Los actores tienen que entrenar el tacto —señala Leandra Rodríguez—, algo a lo que están acostumbrados los operadores, que ya tienen esa sensibilidad». La directora observa que «uno de los personajes de la obra insiste en que uno de los placeres más grandes de la vida es contar, pero en el sentido de usar números. Y casualmente en esta representación desembocamos en el reloj, que se convierte en un elemento fundamental».

Nicolás Diab, otro de los directores, muestra «el resultado» de las voces previamente grabadas, mientras maneja una computadora donde distintos gráficos re presentan la entrada de los actores y el sonido ambiente (pájaros, una bicicleta desvencijada, un carro…). Desde cinco parlantes ubicados cerca del techo sale el sonido, y la voz de la señora Rooney siempre domina, desde el parlante central. En el teatro, los espectadores, en grupos de a diez, escuchan lo mismo en distintos lugares.

La obra, así montada, tiene su historia previa, que arranca en 1999, cuando una «suma de voluntades» hizo posible una primera etapa en su producción. Directores y actores viajaron a Rawson, provincia de Buenos Aires, y a Los Angeles (un pueblo con una estación de tren abandonada a 20 kilómetros de Rawson). Allí grabaron los sonidos ambientes marcados en el original. Y las voces de los actores.

Así cuenta Rodríguez el origen del proyecto: «Con la compañía veníamos trabajando con Beckett, y al teatro La Carbonera (donde funciona la Compañía E) le interesan las obras del absurdo sin palabras. El material era raro y tentador, nos seducía que esta señora protagónica fuera el centro subjetivo de la obra. Un amigo nos ofreció un espacio real en el campo… hubo un cruce de gente muy dispar que venía con ganas de experimentar. A Hernán (Risso Patrón) lo conozco de muy joven y es especialista en radio. Nicolás es músico… Cada uno pudo aportar lo suyo, desde distintas áreas.»

El apoyo del Centro Rojas y de la Embajada de Francia permitió, ocho años después, su realización, en la que el error es parte del juego. Según otra de las directoras, Sang Min Lee, «se trata de trabajar con la realidad de lo que está ocurriendo. Tratar de producir con esa idea».

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