Murió Santos Casalnuovo, un directivo de Clarín

Ingresó al diario en 1973 como tesorero. En 1978 fue designado a cargo de la Circulación.

CASALNUOVO. TENIA 65 AÑOS Y MURIO DE UN PARO CARDIACO.

Un paro cardíaco terminó el martes con la vida de Santos Rafael Casalnuovo, histórico Gerente de Circulación de Clarín y responsable de primera línea en la presencia nacional de este diario. Tenía 65 años y, como en todos los ámbitos que le tocó frecuentar, deja su fuerte impronta hacedora en seis hijos (Franco, Natalia, Luis Carlos, Sol María, Luis Pablo y Luz María) y un nieto (Mario).

Casalnuovo ingresó al diario Clarín en 1973 como tesorero, pero en 1978 fue designado a cargo de la Circulación, una función donde desplegó un altísimo poder de liderazgo, una intuición certera y una gran capacidad de innovación que le posibilitó consolidar la presencia de Clarín a nivel nacional.

Su conocimiento del mercado de diarios y revistas le posibilitó penetrarlo capilarmente, de La Quiaca a Ushuaia y de Buenos Aires a Mendoza.

En el ámbito de distribución y ventas de diarios y revistas su palabra y sus conocimientos fueron altamente respetados.

Esa marca también quedó impresa en los cargos que desempeñó en las instituciones ligadas a su quehacer, como la Comisión Directiva del Instituto Verificador de Circulaciones (INV), el directorio de Papel Prensa, y también en la presidencia del INMA Latinoamericano.

Casalnuovo asumió fugazmente la Gerencia de Producción y, a partir de setiembre de 2004, aportó su amplia experiencia como asesor de la Gerencia General de Clarín.

Pero su huella más profunda quedó vigente en el ámbito de la circulación del diario, una tarea donde brilló con un estilo de conducción frontal, un ritmo de trabajo que no era fácil seguir, y una firmeza que apenas ocultaba ese paternalismo que le servía, además, para armar equipos de trabajo que funcionaron a la perfección.

La firmeza de sus determinaciones, la obsesión por el trabajo, acaso escondía a un hombre también expansivo, que sabía divertirse con su quehacer, que transitaba la noche tal como se lo exigía la profesión y aún más allá, a la hora de la confidencia entre los amigos y la búsqueda de los buenos momentos compartidos.

Casalnuovo tomó la vida como un desafío permanente y le importaba concretar las cosas que se proponía atravesando todos los obstáculos y asumiendo algún error inhabitual.

Su frase de cabecera fue «lo ideal es enemigo de lo bueno». Su olfato le permitía determinar qué iba a funcionar y qué no en el ámbito periodístico, desde un nuevo producto hasta un título de tapa.

Esa condición hacedora es la que quedará impregnada en el espíritu de este diario.

Sus restos serán inhumados mañana en el cementerio Memorial de Pilar.

 

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