¿Por qué a Madonna le gusta el boxeo?

Porque le interesa la historia de un boxeador que mató a otro a los golpes en el ring, allá por 1962, en Madison (Estados Unidos). La idea de la señora pop es dirigir ella misma la historia (¡debut como directora!) con la intención de dejar una moraleja contra la homofobia. ¿Perdón? Sí, aquél peleador morochón que terminó con la vida de Benny Kid Paret (1937-1962) es gay. Se llama Emile Griffith. Como no se bancó que el cubano Benny le repitiera la palabra «Maricón» (en español), mientras se pesaban, después lo reventó a las piñas hasta dejarlo inconsciente. Griffith (que alguna vez se enfrentó a Monzón) es todo un personaje. En los 50, había diseñado un sombrero de dama muy fino, muy… poco digno para un machito pegador: llevaba trece rosas rococó en el ala. Madonna ya tiene los derechos de la obra de teatro que se basa —muy libremente— en la vida de Griffith, Blade to the Heat, escrita por Oliver Mayer. En la obra, la escena real donde Kid termina con la cara chorreando sangre es cambiada por una coreografía. La obra trata de demostrar cómo funcionan la homofobia y el racismo en el boxeo. Según la página Hollywood.com, la Ciccone ya tiene productor (Julio Caro) y dos empresas invirtiendo (Persistent Entertainment y su propia Maverick Entertainment). Ahora, a esperar que la filme.