Sabrina Rojas, detrás del maquillaje
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en enero 8, 2007
Antes de comenzar la función, la ahora actriz se mostró al natural. Se definió como una chica inteligente, decidida, de risa y sonrisa fácil, que a veces se ve fea frente al espejo.
Sabrina Rojas es una más en la lista de los actores, actrices y vedettes que esta temporada declaran su amor incondicional por Carlos Paz. Para ella, además, los teatros de la Villa son testigos de su debut en el género de la comedia, tras un paso fugaz por la revista junto a Nito Artaza, en Mar del Plata, y sus comienzos en el mundo del modelaje.
Aunque es una de las mujeres argentinas más lindas, en Mi mujer se llama Mauricio su belleza pasa a un segundísimo plano, con un papel muy sexy (la amante del protagonista) pero ajustado a libreto. «Me motiva la comedia, y las críticas excelentes que tuvimos», asegura en el camarín, donde ella misma comienza a maquillarse antes de la función.
Sabrina llega sola al teatro, no tiene asistente, y se pone frente al espejito espejito para convertirse en el personaje que minutos después aparecerá en escena. «Esto es muy diferente a lo que hice antes, es mi primera comedia. Yo comencé en esto con Sergio Gonal, en un espectáculo en el que tenía mucha participación y me sirvió como entrenamiento muy importante».
-¿Pensás seguir haciendo comedia?
-Me gusta mucho más. Además, con el baile estoy media peleada. Acá me siento mejor aprovechada y creo que tengo más para dar en una comedia que en una revista.
-Pero no le decís chau a las plumas.
-No, no digo chau… A todas las mujeres nos gusta bajar de una escalera vestidas con plumas.
-Siempre decís que empezaste de caradura en esto. ¿Pensás perfeccionarte?
-Yo había dejado de estudiar y hacer cursos de teatro cuando vi que no se me daba. Pero después empezaron las oportunidades cuando yo no estaba totalmente preparada. De hecho, baile nunca estudié, y arranqué bailando. Pero ahora sí, estuve preparándome, y el director (Carlos Moreno) dijo que lo sorprendí y que tengo que terminar de pulirme en la comedia, porque puedo llegar a hacer una buena carrera.
-¿Es un mito eso de que detrás de los telones se odian todos?
-Trabajé, con éste, en tres elencos y en todos disfruté como si fuera un viaje de egresados. No sé si por casualidad o si está en mí elegir cosas en las que sé que va a haber buena onda. El detrás de escena lo disfruto tanto como lo de arriba del escenario, o como los ensayos, o estar hasta tarde involucrándose en un montón de cosas que se van aprendiendo.
Al desnudo
-¿Harías ficción?
-Depende. Hace un tiempo me llamaron para Doble vida. Era un papel muy dramático para el que no estaba preparada, con muchos desnudos… pero es mejor no desesperarse por estar en la tele, y hacer todo paso a paso.
-¿No estabas preparada para el drama o para los desnudos?
-Para las dos cosas. Una cosa es estar semi desnuda en una foto y otra es tener una escena erótica con otro actor. No, todavía no… cuando me lo ofrecieron pensé que o tenía que ser muy buena actriz o tener mucho tiempo en cabarets, y no tengo ninguna de las dos cosas.
-Detrás de cámaras te ves como una mujer sencilla. ¿Cómo te llevás con el rol de femme fatal?
-Me llevo bien porque no soy así. Juego un rato a eso y después vuelvo a mi vida normal. Como verás, no tengo asistente, tomo mate con mis amigas, hago una vida normal. Tengo claro qué es el trabajo y mi vida, no me mareo… por ahora, porque dentro de unos años no te saludo (risas).
-¿Cómo te llevás con el periodismo de chimentos?
-A medida que pasa el tiempo voy entendiendo más el negocio, entonces me indigno menos. Antes me ponía loca, pero me di cuenta de que la vida sigue, que no todo es el chimento, que mucha gente ni se entera, que ni sabe quiénes somos. Hace un tiempo me llamó mi mamá de Mendoza con un chisme, sobre que yo viajaba seguido porque salía con un empresario de allá… y en todo el año fui una vez. Ella se muere de risa, porque sabe que fui, que cada vez que voy paro en su casa y ando hecha una bruja todo el día.
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