Cuando las tijeras hablan
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en enero 10, 2007
Como la cresta punk o el largo hippie, el mullet es referencia de un estilo de vida. En EE.UU. no puede escapar a las asociaciones con el white trash. En Argentina, las chicas le dan un toque más urbano.
Popular, fashion, simpático, burdo… se dice que el mullet volvió (¿para quedarse?) y que en Estados Unidos casi cualquiera tiene algún amigo, conocido o familiar que señale este conocido corte como su preferido en la peluquería. ¿Cómo luce? ¿De qué se trata? Hasta la persona menos detallista sabrá reconocer un mullet luego de escuchar su descripción: corto adelante y a los costados y largo (¡bien largo!) atrás. La intención es clara: un frente prolijo para trabajar, pero sin perder la retaguardia de fiesta y resistencia. Su versión argentina, podría decirse, es el corte cubana, claro.
Su historia es larga. Hay quienes dicen que su origen data del siglo XIX, que ya los pescadores de esa época usaban el pelo largo atrás para mantener sus cuellos abrigados. Lo cierto es que el mullet despuntó en los ’80 –posiblemente como una deformación de las crestas punk que se lucieron a fines de los ’70- y se impuso enseguida en gran parte de América del Norte, acompañando la estética característica de la época. Ziggy Stardust (alterego de la estrella pop David Bowie) solía lookearse de esa forma. Pero quienes fueron más allá son los Beastie Boys, que en su disco Ill Communication dedicaron una canción al famoso corte y le pusieron el nombre tal como lo conocemos ahora: «¿Querés saber lo que es un mullet? Yo tengo una pequeña historia para contarte acerca de un corte que ya es estilo de vida. ¿Alguna vez viste a la mujer de un Mullet?» En Estados Unidos el look hasta le dio el nombre a una serie: The Mullets, que así se llamaba la sitcom, contaba la historia de dos hermanos muy diferentes entre sí. Uno de ellos representaba el trabajo y el esfuerzo, el otro, la fiesta y el descontrol. Es que esas dos cualidades conviven en el hombre-mullet: de eso se trata.
Lo cierto es que en todos estos años el mullet no murió, pero sí perdió algunos fans. Los más aguerridos, sin embargo, se encargaron de reflotarlo y es así que hoy la cubana yankee está devuelta entre los hairstyles preferidos de las peluquerías. Internet también aportó lo suyo: en Rate my Mulle el chiste consiste en premiar o castigar a las cabelleras excéntricas con puntajes que van del 1 al 10. Parece que los votantes son bastante exigentes: ningún participante supera los 8 puntos. Pero el sitio más completo es sin dudas Mulets Galore incluye una galería completísima que enseña a diferenciar un mullet de un skullet o un frolet y un mullatino de un camaromullet (?) y una sección de shopping para comprar remeras con estampados de mulleters.
¿Y de este lado del mundo? Iván Ures, de Cool Cuts , dice que la tendencia sigue vigente, pero que se ha refinado mucho: «Acá el mullet pasó a ser un poco más urbano y el largo se fue acortando. Ya no lo usamos tanto como antes, pero porque ya no hay cortes in y cortes out. Es que la gente se está fijando más en la estética personal, en lo que le queda mejor y no tanto en la moda». ¿A quiénes favorece el mullet? «Definitivamente a las caras más redonditas, porque las afina un poco«. Para las caras muy angulosas, Iván desaconseja el corte: «¡Queda medio Terminator!»
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