Julio Bocca cautiva a los parisinos
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en enero 17, 2007
El argentino triunfa en Francia con «Bocca Tango». A continuación, el comentario elogioso que ayer le dedicó el diario «Le Monde».
En los afiches que se ven en el subte está desnudo, sentado sobre una mesa en una pose nada natural. Bajo la piel, los músculos están tensos. El efecto es insuperable. Es un aceitado golpe de marketing del que todo el mundo habla. ¿De qué se trata? Del argentino Julio Bocca, estrella desde hace veinte años del American Ballet Theater, al que lo llevó Mijail Baryshnikov en 1986. La desnudez es sin duda un atuendo sorprendente para un intérprete famoso por «El lago de los cisnes» o «Don Quijote»
¿Y ahora qué? es la pregunta que sugiere el desembarco del viernes 12 de enero en el Casino de París de Bocca Tango, un espectáculo con coreografía de Ana María Stekelman y acompañamiento de seis músicos de tango y dos cantantes. Julio Bocca, que tiene 39 años, está de gira por el mundo desde 2001 y eligió este curioso concierto bailado para despedirse del público.
Por supuesto, nunca se presenta por completo desnudo. Su vestuario más sexy es un slip negro como el de su compañera, Cecilia Figaredo, con la que baila un pas de deux entre erótico y acrobático con reminiscencias de cabaret. Erótico en su forma de mezclar diferentes registros —concierto, canto, espectáculo de danza, show— Bocca Tango hace las veces de un banquete que se ofrece a los admiradores de Julio Bocca.
La mezcla se conjuga sin complejos con una escritura coreográfica híbrida ingenua y no demasiado creativa, entre lo clásico, lo contemporáneo y el tango. A menudo tan breves como el acto de descorchar una botella de champagne, los números de danza se suceden con gran rapidez sobre el escenario y aprovechan su inmediata capacidad de seducción.
El permanente derroche de velocidad y energía termina por resultar contraproducente: el entusiasmo conseguido con tal celeridad se desploma luego como un soufflé. La diversión siempre necesita un suplemento de munición para mantener el nivel.
Pero Julio Bocca sale muy bien parado. Haga lo que haga, su virtuosismo, sus movimientos ágiles y limpios, así como su amor por la danza, desbordan la coreografía e incursionan en zonas de asombro y belleza insospechados.
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