Suspenden la temporada de caza de pumas en los cotos de La Pampa
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en febrero 3, 2007
Todos los años llegan a la provincia 200 cazadores extranjeros que pagan 2500 euros por cada animal
Por este lado del mundo hay cinco policías, tres técnicos de la Dirección de Recursos Naturales, un enorme monte de caldén, una tranquera con candado y un problema: falta la orden de allanamiento de un juez. Los policías pampeanos están en las tranqueras de entrada del coto La Colorada, en la localidad de Quehué, en busca de pumas en cautiverio que, se sospecha, son dopados para la cacería.
La orden de allanamiento tarda cuatro horas. Ya es tarde. Cuando entran en el coto los policías de la División Abigeato se encuentran con 25 jaulas abiertas. Sin pumas. «Estaban. Hay rastros: comida y agua», asegura el comisario Ricardo Castro, jefe de Abigeato.
Los policías, igual, no se van con las manos vacías: encuentran 114 trofeos de ciervos, jabalíes, axis y pumas sin la correspondiente autorización oficial. Y hasta un carpincho vivo, especie prohibida para la tenencia en la provincia.
Este es uno más de una seguidilla de procedimientos en busca de pumas que son enjaulados y liberados para que los 200 cazadores extranjeros que llegan todos los años los maten a cambio de 2500 euros.
Suspensión
Los cotos en infracción perciben una multa de hasta 15.000 pesos, la inhabilitación durante cinco años y mala prensa. Lo sabe la Subsecretaría de Turismo, que ayer participó de una reunión que puede afectar la visita de extranjeros, sus armas y sus generosos dólares y euros.
La Comisión Asesora de Fauna Silvestre de la provincia -integrada por Turismo, Asuntos Agrarios, cotos y clubes de cazadores, entre otros- suspendió la temporada de caza del puma, que se extiende desde el 1º de enero hasta el 31 de junio. Los funcionarios dicen que es por tiempo indeterminado.
«Por el momento se puso fin a la temporada. Hasta que no existan las áreas reproductivas fortalecidas y la comisión asesora considere el momento oportuno no se reanudará», explica el subsecretario de Asuntos Agrarios, Enrique Schimdt.
La alarma se encendió hace veinte días, luego de una denuncia de la Fundación Cullunche, de Mendoza. Esta ONG alertó sobre la triangulación de pumas a través de Córdoba y Mendoza, hasta llegar a La Pampa. En esta provincia estaba autorizada la caza deportiva. Pero no el cautiverio. Aquí sólo hay tres campos de cría. El resto de los cotos debe arreglarse con los pumas que existen «en libertad» en su propio predio.
Pero eso es, en la práctica, imposible: cada 10.000 hectáreas puede haber a lo sumo dos o tres animales. Por eso los compran a los productores rurales o los «leoneros», que los capturan con jaulas o trampas y se los venden por mil pesos. Luego, los cotos los enjaulan y recién los largan cuando llegan los extranjeros. Obvio, a cambio de 2500 euros. Un asesinato.
Son las 10 de una mañana calurosa y al frente de la sede de la División Abigeato de la Policía de La Pampa no hay mucho que hacer. Todos los pocos policías de esta división están buscando pumas en el medio del monte de caldén. Esperando el regreso, afuera del edificio, está uno que se presenta como cazador.
«Soy de Buenos Aires, hace tres años que me secuestraron un arma y vengo a recuperarla -dice-. Algo sé de los pumas. Pero no pongas mi nombre. No quiero que se me cierren las puertas en los cotos pampeanos.»
-¿Qué sabe?
-Por estos animales hay gente que es capaz de todo. Conozco algunos cotos que tienen pumas encerrados, que los alimentan con carne salada y que no les dan agua durante días. Cuando llegan los extranjeros, los hacen apostar cerca de alguna laguna y prometen que estos animales llegarán. Mientras tanto, los peones del campo largan los animales, que muertos de sed van derecho a la laguna. Eso no es cacería No, amigo, eso no es. Eso es un asesinato.
-¿Los cazadores no ponen reparos?
-Muchos no se dan cuenta. Y a muchos otros, creo, les gusta la foto. Con eso le basta. Si hasta se comenta que algunos cazadores que luego de varios días no han obtenido trofeos, finalmente compran un par de cabezas disecadas para aparentar ante sus familias o amigos en Europa o Estados Unidos.
Los guías
Ariel Arce dice que no. Que no es tanto el negocio, que no hay tantos en infracción y que no. Arce tiene armas, uno, dos, cinco dogos, la autorización como guía de caza y un cargo de presidente del Club de Caza y Criadores Nores Martínez, de Santa Rosa.
-¿Por qué vienen los extranjeros a La Pampa?
-El 20 por ciento para obtener trofeos. Y el 80 por ciento pone a la caza como excusa. Es que directamente viene a divertirse. Y no precisamente de la caza -dice, y se ríe.
Arce dice que no conoce casos de engaños a los cazadores y asegura que desde que era chico guiaba a los españoles que llegaban al campo donde su padre era encargado. Se encarga de ir a buscar a los extranjeros al aeropuerto, conseguirles alojamiento y llevarlos al monte para buscar ciervos colorados, pumas, jabalíes, antílopes y un largo etcétera.
«Lo que hemos encontrado ahora es monstruoso, con una gran cantidad de pumas enjaulados», sostiene Schimdt. El funcionario explica que este año ya llevan 24 decomisos de pumas, que les colocarán chips y que los liberarán.
El escándalo ha trascendido la provincia. La Asociación de Criaderos y Cotos de La Pampa se ha llamado a silencio. Su presidente es Luis Bertone, dueño del coto de los 114 trofeos y las veinticinco jaulas. Esas, ahora vacías.
Oscar said
Es vergonzoso que en el siglo XXI el hombre cace por diversión animales tan bellos como el Puma, estoy completamente en contra de la caza de cualquier animal, luego nos lamentaremos cuando se extingan. Me parece muy la labor que realizáis desde este blog dando a conocer estas tropelías.
Saludos
ADMINISTRADOR: A PENAS ES UN MINUSCULO GRANITO DE ARENA. SALUDOS CORDIALES
esteban@hotmail.com said
no tengo nada que decir de la caza de pumas salvo que es un tema que se deberia discutir