A 25 años de Malvinas, los británicos dicen que defienden mejor las islas
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en febrero 5, 2007
Afirman que tienen mayor capacidad para enfrentar, hoy, «cualquier agresión».
var ii = 0; var mm = Array(); var mmNro = Array(); mmFotos = false; mmVideos = false; mmInfos = false; var mmMin = 0; for(var ii = 1; ii Se cuidó muy bien de mencionar la palabra Malvinas. Pero el brigadier Nick Davies, comandante de las Fuerzas Británicas en el Atlántico Sur, habló tranquilo y confiado en Puerto Argentino (Port Stanley, según los británicos) y no podía ignorar el peso que iban a tener sus palabras. «Estoy aquí para detener cualquier agresión», dijo flanqueado por el gobernador de las islas, Alan Huckle, que sí habló de Malvinas y de «las lecciones aprendidas en 1982».
Las palabras del comandante Davies fueron transcriptas por el periodista John Bingham para Press Asociation, y tomadas ayer, aunque en forma parcial, por la agencia española EFE.
«Para decirlo en forma simple —dijo Davies— mi trabajo es asegurar que cualquier interferencia, ya sea una pequeña incursión de alguien que busque tomar el control de las islas, sería una aventura extremadamente costosa. Y también mi trabajo es asegurar que puedo prevenirla.»
Fuentes británicas consultadas ayer por Clarín relativizaron las expresiones del comandante, un paracaidista de 22 años en 1982, cuando estalló la guerra entre Argentina y Gran Bretaña, y dijeron que la pregunta y la respuesta estaban ceñidas «a un tipo de conflicto» y no específicamente a la guerra de Malvinas. Para decirlo también en forma simple, las fuentes británicas se referían a que la guerra de Malvinas resultó, de alguna forma, inesperada para Gran Bretaña, enfocada en una hipótesis de conflicto con la Unión Soviética, en aquellos años duros del final de la Guerra Fría. No se pensaba entonces en un conflicto en el Atlántico Sur..
Hoy, pese a que el Reino Unido participa de la guerra en Irak y en Afganistán también mantiene una fuerza militar en Malvinas. Y en ese contexto, dijeron las fuentes británicas, debían escucharse las declaraciones del comandante Davies.
Algo de cierto hay en todo eso: «Estoy bastante seguro de que lo que tengo aquí es suficiente, tomando en cuenta que el Reino Unido tiene un serio compromiso en Irak y en Afganistán», dijo Davies cuando habló de la fuerza que comanda en las islas.
Pero la referencia a Malvinas se hizo inevitable. El comandante dijo: «Tengo suficiente capacidad aquí, con los refuerzos que pueden enviarme de inmediato desde el Reino Unido, para asegurar que no estamos en posición de perder las islas y luego tener que recuperarlas. Hay una filosofía militar diferente a la de 1982.
«Nuestras capacidades —dijo Davies en referencia a Malvinas— son suficientes como para enfrentar un amplio espectro de posibles agresiones militares. Y tenemos planes bien hechos de modo que, si hicieran falta refuerzos, me serían enviados de inmediato».
El artículo de Bingham afirma que, contra los treinta marinos voluntarios que había en las islas en abril de 1982, ahora hay una fuerza de 1500 soldados con base en Mount Pleasant, a una hora de Puerto Argentino. Las islas están protegidas por aviones Tornado F3 de la Real Fuerza Aérea, una batería de misiles Rapier y una red de radares. También hay un permanente control en el mar, ahora a cargo del patrullero HMS Dumbarton Castle, pronto a ser reemplazado por el HMS Clyde, además de la visita regular a Malvinas de destructores y submarinos nucleares.
El gobernador de las islas fue más amplio y directo que Davies. Huckle dijo que las lecciones de 1982 habían sido aprendidas, sobre todo respecto a las «señales» de peligro que, entonces, fueron mal interpretadas.
Creo —dijo Huckle— que sería muy difícil para cualquier país lanzar una acción contra las Falklands, porque estamos en mucho mejor condición que en 1982 en término de fuerza militar, capacidad de refuerzos rápidos y en nuestra propia habilidad para detectar una potencial agresión y lanzar una respuesta inmediata».
Argentina y Gran Bretaña lucharon por las islas ocupadas por los ingleses desde 1833 durante 74 días, entre abril y junio de 1982, en una guerra en la que murieron 649 soldados argentinos y 255 británicos.
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