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Andreas Gursky. uno de los mejores Fotógrafos

Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en enero 25, 2008

¿Qué tienen las fotos de Andreas Gursky que el público, como manso rebaño, llega a la estación de Basel, toma el tranvía 15 y se baja religiosamente en las puertas del Kunstmuseum con la docilidad de un feligrés?

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Andreas Gursky fotografía multitudes y atrae a las multitudes por la limpieza inquietante de sus enormes frescos contemporáneos. Desde 1990 trabaja digitalmente, aplicado a reconstruir escenas del presente de manera obsesiva, con la misma pulcritud que le permitió al gran Vermeer, tres siglos atrás, plasmar en telas mínimas el universo de la mujer burguesa.

Gursky nació en Leipzig en 1955. Hijo único de Willy Gursky, un fotógrafo industrial que le contagió su pasión y profesionalismo, frecuentó la escuela de Otto Steiner, en Essen, y se formó con los maestros de la neue Sachlichkeit (nueva objetividad) Hilla y Bernd Becher, conocidos por sus series de edificios industriales, tanques y galpones registrados con una óptica neutra en fotografías blanco y negro, ya legitimadas como clásicos del siglo XX. Al comienzo, Gursky siguió el modelo Becher, pero su obra dio un vuelco radical luego de un viaje a Japón, a mediados de los años noventa, cuando capturó escenas en la Bolsa de Tokio con los operadores en el fragor de la jornada bursátil. Al hacerlo, combinó el glamour de la fotografía comercial; la herramienta -poderosa para sus fines- de la manipulación digital y el gran formato como marca de identidad. Las series buscan agotar un tema desde diversos ángulos, son narraciones visuales, como las tomas en boxes durante una carrera de Fórmula 1, en los circuitos de Nurburbring y en Shangai, donde compiten las marcas de alta gama: MacLaren, Mercedes, Ferrari, Renault, Toyota y Honda.

F1 Boxenstop relata la entrada en boxes y el movimiento del team con los colores de la marca y, en un segundo plano, los espectadores que miran y son mirados por el ojo ubicuo de Gursky. La luz, las dimensiones y el tratamiento relacionan esta pieza con los tableaux vivants del siglo XIX; como una pintura de David aunque con héroes de otro calibre, deportistas que en cada vuelta se juegan la vida, haciendo del circuito su campo de batalla. La serie de F1 está formada por cuatro fotografias y cada una de éstas tiene una tirada de seis (N. de la R.: es lo usual en la comercialización de una foto). Cuando fueron ofrecidas en Nueva York por una galería de la calle 22 East, la cotización de cada foto era de 750.000 dólares, lo que suma un total de 18 millones de dólares.

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Semejante pirueta en las cotizaciones explica el lugar que la fotografía ha conquistado y su vigencia como lenguaje contemporáneo. Hoy, los grandes fotógrafos incluyen sus obras en las subastas de arte contemporáneo e integran colecciones públicas y privadas. Andreas Gursky pertenece a una generación que saltó al estrellato en bienales y ferias con una repercusión inmediata en el mercado.

Thomas Ruff, Candida Höfer, Jeff Wall, Vanessa Beecroft y Rineke Dijkstra, entre otros, siguen la huella marcada por el talento único de Diane Arbus, primero, y el desplante autobiográfico y exhibicionista de Cindy Sherman.

Gursky supo crear un estilo que vincula el dominio de la técnica con la elección de los temas: multitudes, grandes espacios y una mirada ubicua como la del Divino Creador. La bolsa de Kuwait, una noche de rave ,ceremonias masivas, desfiles, recitales de Madonna,hipermercados y aglomeraciones que hablan de la inmensa soledad del hombre actual; un ser que, perplejo, circula por los aeropuertos (otro no-lugar) atento al cartel que en la grilla digital marca su destino.

¿Es una imagen real o es una invención? Gursky observa y llega con su cámara hasta los últimos recovecos, es un voyeur que invita al espectador a espiar en la intimidad de las oficinas de una torre en Montparnasse o en la pasarela superior de los boxes, donde una rubia camina con tacos stiletto y hot pants . Nada ingenuo, el alemán conoce los códigos y sabe cómo manejarlos.

«Mezcla de anfetamina visual y cloroformo psíquico» calificó el New York Times a las últimas imágenes de Gursky y, para rematar, el crítico consideró al fotógrafo alemán «un artista pre-11S», un perseguidor de la utopía equivocada… como Francis Fukuyama.

No piensa lo mismo el comprador que en febrero de 2007 pagó, en Sotheby s, 3,3 millones por su dítipco 99 Cent (2001). La foto más cara del mundo es una góndola de baratijas presentada en un envase de lujo que mide 2 x 4 metros, un print brillante y perfecto salido de los laboratorios Gröber, pegado sobre una plancha de plexiglás. La mercancía recuerda la farmacia del británico Demien Hirst, vendida también a precios millonarios y, obviamente, hay un guiño cómplice al padre de la criatura: Andy Warhol con sus Brillo Box y sus sopas Campbell s.

A contramano de quienes privilegian el fragmento como credo del arte contemporáneo, Gursky prefiere formular visualmente lo que el catalán Joan Fontcuberta (El beso de Judas, Barcelona 1997) define como la esencia de la fotografía: «Un diálogo entre la voluntad de acercarnos a lo real y las dificultades para hacerlo». Si la función de la fotografía «no es ofrecer placer estético sino proporcionar verdades visuales», según afirma el catalán Fontcuberta, Gursky sella ambos extremos con la seductora ambigüedad de la manipulación digital.

En su carrera imparable, el fotógrafo nacido en Leipzig desplazó del ranking de los más caros al paisaje bañado por la luz lunar, fotografía de Edward Steichen tomada en 1904. El tercer precio más alto en la historia pagado por una foto corresponde a una imagen que es ya un ícono de la cultura norteamericana: el cowboy de Marlboro eternizado por Richard Prince en 1989.

Nada más a tono con estos días de agitación bursátil que la imagen de los brokers árabes en la Bolsa de Kuwait; como en las fotos de Fórmula 1, la escena se divide en dos planos, separados por una línea imaginaria. El gran formato habla su propio lenguaje: son 27 fotografías que ocupan la segunda planta del museo, imágenes que van del registro obvio a visiones abstractas y minimalistas cercanas a las pinturas de colores de su compatriota Gerard Richter.

Last but not least , merece una línea la serie tomada en Pyongyang, Corea del Norte, durante el festival Arirang. Más de 80.000 performers bailando en el Estadio Rungnado con capacidad para 150.000 personas. El contorno es un enorme mosaico de colores formado por miles de píxeles; cada píxel es un individuo que desaparece para ser parte del colosal dibujo que forma la coreografía, pero el espectador, como el Divino Creador de la mirada ubicua, puede acercarse tanto como su deseo lo impulse y observar la forma del moño que corona el peinado, el lazo de las zapatillas de danza y la sonrisa festiva, insulsa, de esa tropa anónima que repite mecánicamente el movimiento para ser parte de un todo.

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Nina Zimmer, curadora de la exposición, encuentra una inquietante paralelismo entre el sistemático desplazamiento de los performers coreanos y la parada militar de las tropas del Reich eternizadas en las imágenes de Leni Riefenstahl.

FICHA: 27

fotografías de Andreas Gursky , realizadas en 2007, integran la muestra del Kunstmuseum de Basel con la curaduría Nina Zimmer y Beate Söngen. Hasta el 24 de febrero en St. Allban-Graben 16, Basilea, Suiza.

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2 respuestas to “Andreas Gursky. uno de los mejores Fotógrafos”

  1. Paula said

    FANTASTICO! la verdad que estas fotos tienen la atraccion que tienen los imanes arte-persona, he visto varias fotos en las que se llama a una multitud y se la hace posar a veces desnuda, pero aca…. esto se transforma en casi una maqueta, en un laberinto si se quiere, es muy nose con que palabra calficarlo, pero es genial.
    de la esencia de lo real que tiene una persona… a la cosa ams abstracta… la mente en el primer vistazo vuelaaaaaa… y relaciona estas fotos con lo que ya tenemos cada uno incorporado-conocido, y en un segundo vistazo aprecias los detallesssss…..lo que es?¿

  2. Incubado4ever said

    Magnifica fotografia y trabajo de postproducción… la verdad es que desque vi la fotografia de 99 cent, no puede dejar de buscar imagenes de este estupendo artista… gracias por la información es bueno que gente como tu escriban cosas como estas…

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