Le ha tocado duro a Sofia. La versátil vocalista de Lulú jam! y su otrora grupo QuieroSTAR, está actuando todas las noches en la reposición de «Chueca», obra de teatro que incluye una relación lésbica entre sus temáticas y también ensaya para su próxima obra “¿Dónde está la Kate Moss?”.
Ella cuenta que no le gustan los modelos de mujeres sexys que se exportan en la Televisión y defiende con fuerza la cultura Kitsh y pop, ésa que ha llevado a su grupo Lulú Jam a ser adorado por las jóvenes y otras, no tanto.
¿Cómo ha sido tu experiencia con Chueca?
Súper buena. O sea, igual es loco, porque esta obra la escribió Amelia Bande, de la que soy amiga y además, he trabajado harto con ella, tuvimos juntas un grupo de performance («Canción de amor desea verle») el año 2000. Y la conozco harto, con la Amelia ya cachábamos nuestra cinética para hacer canciones, y las compusimos todas entre las dos. En esta obra todos cantamos.
Tú haces de un gato
Sí. Igual heavy, porque a mí me sorprendió el grado de compromiso que había que tener para hacer ese personaje aparentemente menor y que en el fondo simboliza un montón de cosas como la soledad de los personajes, o tener un gato y que sea como tu hijo y no hacerte cargo de esa mascota. Y que en el fondo, eso es un dejo de una misma.
¿Y como fue la respuesta del público?
Buena, buena, estoy contenta de la respuesta. Tuvimos harta gente en todas las funciones cuando estrenamos en octubre del año pasado. También la hicimos en una sala chica del Sidarte, un poco a propósito porque queríamos tener un ambiente como íntimo en la obra, que la gente pudiera ver de muy cerca todo lo que pasaba y a los actores. Igual nos jugamos harto por la difusión. A veces íbamos al Parque Forestal cuando estaba lleno de jóvenes y les contábamos un poco de la obra, para que cacharan que podía interesarles los temas que tocábamos. Y en la marcha gay lésbica también fuimos a repartir flyers y los gastamos casi todos ese día.
Era como atraer público…
¡Síii!. Es que esta obra me dan ganas de que, no sé, la vaya a ver una amiga, un amigo, la mamá de alguien, como que dan ganas de mostrarla igual, por todo ese contenido que tiene. Y además la obra la hicimos con ene cariño.
¿Cómo fue la reacción de las lesbianas y gays que vieron la obra?
Creo que en la obra este tema no está tratado de una forma burda ni superficial, entonces igual muchos se emocionaban, les gustaba. El público gay lésbico tiene poco espacio en el teatro, igual en eso creo que ésta obra fue un buen aporte, porque por ejemplo al frente estaban Los Quintana, que me encantan a mí, ¡pero no es lo único po!, el travesti con la pluma, el transformismo, eso igual se ha visto harto.
¿El público se emocionaba?
Sí, harto, yo encuentro. Es que igual la obra tiene una cosa súper emotiva y tiene harto transfondo. Habla del amor de las dos lesbianas, pero también, por ejemplo, de personas que no se sienten cómodas con su femeneidad, quizás y están como trastocando su identidad, como esta mujer que tiene la facha de un hombre. Y se tocan esos temas. A la gente le gustó, se entretuvieron. Igual nuestra idea principal más allá de tocar un tema, era contar una historia que le pueda llegar a todo el mundo. Cualquier persona se puede sentir identificada con ese drama de alma, mas allá de que se sienta o no identificada con la opción sexual.
Lulujam, Panoramix, tu papel de gato, todo lo que haces es bien kitsch. ¿Cuál es tu rollo con el kitsch?, ¿por qué te gusta tanto?
Creo que el kitsch es una expresión ideológica y estética bien expresiva, que no pasa desapercibido y también que en el fondo no se toma muy en serio a sí mismo. Es algo como natural, encuentro divertido hacer lo que la gente no hace generalmente, no tenerle mucho miedo al ridículo ni a los colores. Generalmente, las minas son como muy cuidadas, que todo les da vergüenza y en eso, yo soy más un clown siempre. No me importa que una persona se ría, porque se me vieron los calzones, porque encuentro que es una huevada. Uno no se cree tanto el cuento de mina sexy ni nada, porque imagínate el modelo de mina sexy que hay acá en Chile: la Luli, la Boloco, la Diana Bolocco. ¡A mí no me identifican pa’ ná! Creo que hay que innovar un poco igual y eso ayuda a que gente que es distinta, alternativa, y se identifica con otras cosas, tengan con quien representarse.
«La marcha es una ocasión para demotrar descontento»
Fuiste a la marcha del Orgullo en septiemre vestida toda de arcoiris…
¡Si po!, si igual esa es una fiesta que una tiene que ir como a representar la bandera gay lésbica. Además, esa ropa que yo me puse es como de la Raimbow Brite, con polainas de colores arcoiris, y un moño arriba. Encontré que era una forma divertida de hacerlo. Me di cuenta de que ahora mucha más gente va a la marcha y los jóvenes ya no quieren estar como encerrados en el closet y eso es igual algo bueno para celebrar. Aunque también entiendo que es una ocasión para mostrar un descontento social y en la marcha una se dio cuenta que está como la marcha de atrás, que es «La Otra Marcha» y que también es una forma que encuentro súper válida de afrontarlo. Tiene esas dos caras. Es como una forma de exorcizar todo, todos en la calle, frente a los pacos y La Moneda.
¿La performance también tiene de expresión política y rebeldía?
Claro, por ejemplo se puede ver como algo «oye qué kitsch ella», o «qué pop», pero igual el mensaje que está debajo de eso es «por favor, déjennos a todas ser como una quiere, no todas tenemos que ponernos unos jeans celestes y parecernos a la Daniella Campos». Todas las mujeres somos distintas y los hombres también y podemos disfrazarnos y reivindicar un poco ese espíritu que creo que estaba en los años ‘70, con artistas como David Bowie, que también mezclaban mucho los géneros.
En un afiche de Lulú jam! salía otro niño en lugar del otro vocalista que se denominada Taca ¿Qué pasó?
Pucha, se fue lamentablemente porque siempre pasa esto. Llega un momento en que una tiene que priorizar por la familia. Esta cuestión del canto da muy poca plata, es muy difícil, sacrificado. Nosotros generalmente no hablamos nunca de la vida privada del grupo. Por ejemplo, decir que el Taca es casado. Él ahora se fue porque tuvo que priorizar por tener su tiempo con su hija, con su señora. Es complicado, por los horarios y los fines de semana que hay que salir fuera de Santiago que era como la idea, apuntar hacia eso. Ahora igual la Nara y el Jaime, que es el nuevo integrante, son súper jóvenes, entonces no tienen esos problemas. Y bueno, yo llevo una vida de artista. El otro dia, por ejemplo, yo no pude tocar. Tuve un accidente se me enterró el diente de la Amelia en la cabeza.
Fans Lesbianas
Tienes muchas fans lesbianas ¿Eso qué te parece?
Ah, sí, bien poh, buena onda. Igual Lulú Jam! ha pegado mucho en la Blondie, Iluminati, en ese tipo de disco alternativa. Lulú Jam obvio que no le va a gustar a un hombre macho hetero, como machocore, ¿cachai? Ellos igual desprecian esa música que consideran «hueca». En cambio, las lesbianas y gays se sienten más identificados con algo así pop, que tiene ese dejo más irreverente quizás, es más alternativa nuestra imagen.
¿En qué otra cosa estás además de Chueca y Lulujam?
Estoy ensayando para otra obra de teatro que vamos a estrenar luego, que se llama “¿Dónde está la Kate Moss?”. Se trata de un chileno que se enamora de la Kate Moss, como un amor platónico y a la vez es la historia de una compañía de teatro como tipica chilena, súper estereotipada, engrupida. En el fondo, es una excusa para hablar de Chile. También tengo otro grupo de música que se llama QuieroSTAR, con dos amigos íntimos míos, y es un poco más under. Queremos sacar un disco luego y ahora tenemos un video en YouTube, se llama Luces de Neón. Yo salgo como una prostituta, bailando en el tubo de un night club, es muy divertido. Súper versátil.
¿Hay algo más que te gustaría hacer?
Siento que abarco tanta cuestion que ninguna la abarco a fondo. Soy de Lulú jam! y tengo el otro grupo y como que voy pa aca, voy pa alla. Me gustaria hacer cine también y ya actué en una película y la vamos a estrenar el 2008. Se llama Las Niñas. Y aparte estoy escribiendo una novela media larga. Ah, pero igual no lo debería haber dicho. Es como algo muy mío que me he dado todo el tiempo del mundo para hacerlo.
¿Es autobiográfica? ¿Una novela sobre un grupo de electropop?
Una siempre ocupa cosas de la vida de una, pero no es autobiográfica. Igual tiene como una banda de rock la novela. No es Lulú jam!, pero creo que aproveche mi experiencia para plasmarlo. Para que no sea tan igual era de rock.
En este tiempo, desde que partiste con Lulú jam! ¿ha habido mayor apertura en Chile hacia lo distinto?
Ahora hay más apertura en los últimos años con todo esto mismo de que los jóvenes ya no son todos cortados por la misma tijera, sino que hay millones de niñas que sean pokemones, o como los llamen, igual están demostrando que les gusta ser alternativos, que les gusta ser diferentes y eso es re importante y creo que Lulú Jam! tiene harto que ver con esa forma de ver la vida. Con ser un poco locos, y a quién le importa si combina o no. Da igual. Nuestro mensaje es que sean libres todos y todas y no tengan miedo a la represión.
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