Entrevista con Fernando Ruiz Díaz, cantante de la banda
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en diciembre 3, 2006
En el anuario de Rolling Stone , que sale mañana, se incluyen sus declaraciones
«Catupecu es un concepto móvil»
Si miro para atrás me doy cuenta de que siempre viví la vida como una película, y una película más cerca de David Lynch, mezcla con Tim Burton y Fitzcarraldo , que es una película en la que ya sabés todo lo que pasa.»
Quien reflexiona así sobre la vida es Fernando Ruiz Díaz, cantante de Catupecu Machu, en una entrevista para la edición de este mes de la revista Rolling Stone, que estará mañana en los quioscos. Lo hace como una suerte de balance de uno de los años más intensos y duros de su vida. El año del accidente de Gabriel, su hermano y compañero de banda, que se encuentra todavía en un estado vegetativo persistente en la clínica Fleni de Escobar; el año en el que tuvo que tomar las riendas de la banda para el regreso a los escenarios. Catupecu se presentó en Obras, en el festival Pepsi Music, en Creamfields, en Rosario, en Chile y en La Plata, pero no lo hará en el Cosquín Rock, según anunció el grupo en un comunicado esta semana, porque en la grilla del festival cordobés se incluyó a Callejeros; la misma actitud que tomó Divididos.
En la extensa entrevista realizada por el periodista Pablo Plotkin, el cantante y guitarrista habla de la banda («Catupecu es un concepto móvil. No vive ni del pasado ni del presente. Vive de algo que no sé qué es», dice entre otras cosas); de cómo resultaron esas presentaciones en las que la banda se completó con músicos que son también amigos (Zeta Bosio, el Zorrito von Quintiero, Wallas y los músicos de Cabezones, entre otros) y de las veladas pasadas en el hospital Fernández y las fuertes vivencias que experimentó allí.1)parent.siguiente();»>
Pero especialmente Fernando Ruiz Díaz habló de la particular relación que mantuvo y mantiene con su hermano. «Una cosa muy importante con Gabriel es que siempre fuimos parámetro uno del otro. Personas muy distintas, con una búsqueda en común pero métodos diferentes. Desde que pasó esto, el solo hecho de mirarlo me obliga a no quedarme quieto», dice luego de contar el mantra de un libro budista que le cantó apenas lo vio tras el accidente. «La primera noche le canté ese mantra. Los médicos me decían que le cantara… Le puse música desde el primer momento», cuenta.
Sombras y luces de un año especial, en el que surgieron también las contradicciones: «A mí Catupecu me generó más encrucijadas, más locuras, más dolores y más sufrimientos que felicidades. En términos de normalidad, yo era mucho más feliz antes de Catupecu. Era menos comprometido, no había llegado a la esencia de tantas cosas».
Esta edición de la Rolling Stone trae también el anuario 2006, en el que se recorren muchos de los hechos que marcaron este año tanto en la música como en otros territorios cercanos a ella: cine, televisión, arte, libros y algunos aspectos de la vida política del país.
También hay varios reportajes fuertes a los que la revista califica como personajes del año. Con justicia, porque además de Ruiz Díaz, también se incluye una larga entrevista con Joaquín Sabina, antes de sus presentaciones del 16 y 17 en el estadio de Boca (Sabina, en versión pirata, es quien ilustra la tapa de este número); a Bob Dylan, en un gran año para el músico norteamericano en el que no sólo obtuvo excelentes críticas por su último trabajo, Modern Times , sino que también tomó otro tipo de contacto con su público, más allá de las presentaciones de su infatigable gira, gracias al programa radial Theme Time Radio Hour , y a Jack Nicholson, considerado, a los 69 años, el más legendario de los actores vivos de Hollywood.
Deja una respuesta