Día negro para el periodismo: asesinan a tres profesionales
Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en octubre 8, 2006
Anna Politkovskaya, muy crítica del Kremlin, fue asesinada en su casa en Moscú. Y dos periodistas alemanes fueron hallados muertos en el norte de Afganistán.
La periodista rusa Anna Politkovskaya, conocida por sus denuncias y sus críticas por las violaciones e los derechos humanos por parte del Kremlin en Chechenia, fue asesinada a tiros ayer en el ascensor de su casa en Moscú.
El cuerpo de Anna fue encontrado, alrededor de las 5 de la tarde hora local, por una vecina, alarmada por los disparos. Al lado del cadáver, el joven asesino (todo vestido de negro según dijeron los testigos) dejó abandonada el arma con la que le disparó como mínimo, cuatro tiros.
Se sospecha que su muerte está vinculada a su valiente actitud profesional. La periodista trabajaba para el semanario «Novaya Gazeta», tenía 48 años, había nacido en Nueva York, era hija de diplomáticos ucranianos acreditados en Naciones Unidas y tenía un hijo y una hija.
Por otra parte, en un episodio también confuso, en el norte de Afganistán murieron también ayer otros dos periodistas. Eran un hombre y una mujer de nacionalidad alemana que trabajaban para la empresa pública de Alemania, «Deutsche Welle». Se los consideraba profesionales experimentados.
Sus cuerpos fueron encontrados anoche en el interior de una tienda de campaña, a unos 150 kilómetros al sur de Baghlan. La pareja había terminado su trabajo en Baghlan y habían seguido viaje por cuenta propia en dirección a la provincia de Bamijan.
En cuanto a la rusa Anna Politkovskaya, recordaban ayer periodistas españoles, que ella era consciente de que su vida corría peligro. Así lo dijo en Madrid, en febrero de 2005, cuando presentó su libro «La Rusia de Putin». «Podría decirse que este libro es mi protección», dijo entonces ante periodistas españoles y rusos. Pero era una ilusión. El fiscal de Moscú, Yuri Siomin, anunció la apertura de una investigación por la vía penal por «asesinato premeditado».
Anna había cobrado gran notoriedad por haber hecho de mediadora durante la toma de rehenes del teatro Dubrovka de Moscú, en octubre de 2002. Dos años después, cuando fueron tomados rehenes los chicos de la escuela en Beslan, Politkovskaya iba a ser también mediadora en las negociaciones pero se descompuso en el avión que la llevaba a Beslan. Se cree que había veneno en un té que probó.
Por su ética y valentía, Anna había recibido el premio «Pluma de oro» (equivalente ruso al Pulitzer norteamericano). Además del libro mencionado (en la que Politkovskaya narra en siete capítulos la «neosovietización de Rusia bajo el gobierno de Putin tras su reelección en 2003, con un progresivo control de los servicios de seguridad»), la periodista escribió «Viaje al infierno: diario checheno». En este libro Anna describe los abusos que según dice cometieron las fuerzas rusas contra la población chechena.
Anna Politkovskaya es autora también de «Terror en Chechenia» y «Una guerra sucia», ambos en 200, y en 2004 recibieron el premio Vázquez Montalbán de Periodismo Internacional.En ellos también da testimonio, con un estilo ágil y visceral, las desgarradoras historias de los soldados rusos, víctimas de los abusos, el mal proceder y la corrupción de sus mandos superiores.
La agencia de noticias rusa Interfax, citando a funcionarios de la policía, dijo que a Politkovskaya le habían disparado y que se hallaron cuatro casquillos de balas en el ascensor.
«Siempre que se preguntaba si existe el periodismo honesto en Rusia, el primer nombre que venía a la mente era el de Politkovskaya», dijo Oleg Panflilov, director del Centro para el Periodismo en Situaciones Extremas, con sede en Moscú.
Panfilov confirmó que Anna había recibido frecuentemente amenazas, y que hace algunos meses atacantes no identificados habían intentado sin éxito introducirse en el automóvil que conducía su hija Vera. En 2001, Politkovskaya huyo y se quedó un tiempo en Viena tras recibir amenazas por correo electrónico.
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