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ENTREVISTA A PABLO TRAPERO Y MARTINA GUSMAN

Posted by LA ARGENTINIDAD ...AL PALO en octubre 26, 2006

Nacido y criado: historias de familia


Por primera vez, el director Pablo Trapero trabaja, en «Nacido y criado», con su mujer, la actriz Martina Gusman, como coprotagonista. Aquí, los dos hablan de una relación que une lo personal con lo profesional y que continuará en la próxima película del realizador, que la tendrá a ella en el papel principal.

DERECHO DE FAMILIA. Gusman es coproductora en los filmes de su marido. Ahora debuta como actriz.

Pocas horas después de haber llegado del Festival de Roma, pocas antes de estrenar Nacido y criado en la Argentina, Pablo Trapero parece —sin embargo— sereno al entrar en su productora, Matanza. La reacción ante sus nuevas apuestas podrían inquietarlo, pero no: o al menos no lo demuestra. ¿Nuevas apuestas? Aquí, algunas: primera película de rotundo tono dramático; primera sin la actuación de su abuela Graciana; primera con Guillermo Pfening; primera con la actuación de Martina Gusman. No sólo eso: primera experiencia de Martina Gusman como actriz; hasta acá era «simplemente» mujer y productora de Trapero.

La pareja, que ahora lee las notas sobre la película publicadas durante el viaje a Italia, se conoció en 2000: Trapero —de 35 años; hijo de un comerciante de repuestos de autos— ya había rodado Mundo grúa; Gusman —de 27— venía de una familia de artistas y producía publicidades. La unión laboral y sentimental sería prolífica: dos filmes de él con producción de ella (El bonaerense y Familia rodante); producción conjunta de diez largos de otros directores; y el nacimiento de Mateo, hoy de 4 años: inspirador de Nacido y criado… aunque a través de la paranoia.

Pablo dijo que la película nació de un miedo casi irracional a perder a Mateo cuando era recién nacido. Vos, Martina, ¿compartiste esa sensación?

Sí, aunque no con esa intensidad. Antes de que naciera Mateo yo era, en general, menos miedosa. Ahora, a veces me encuentro repitiendo palabras de mis viejos que jamás pensé que iba a decir.

Trapero: Yo nunca pensé que iba a despertarme para mover la cuna de mi hijo por temor a que no respirara. Pensé que me había vuelto loco, hasta que me explicaron que era común. Ese fue el motor de Nacido…, pero la película no trata el tema directamente.

Mateo nació en medio de un rodaje y a los pocos días viajó a Cannes…

Gusman: Fue el acreditado más joven en Cannes, reconocido por el director del festival. Tenía 40 días cuando le hicieron la credencial con la fotito del pasaporte.

Trapero: Cuando nació, paramos el rodaje de El bonaerense; nos tomamos quince días para ponernos a ser padres. En esas dos semanas edité en un cuarto de casa, con él sobre mi panza.

¿Cómo pasó Martina de productora a actriz? ¿De quién fue la iniciativa?

Gusmán: De él. Yo estudié actuación desde chica: tenía más formación como actriz que como productora. Mi papá es profesor de teatro; mi mamá, vestuarista de cine (Marisa Urruti; también trabaja con Trapero). Pablo siempre me aconsejó que no dejara mi profesión. Me formé con él. Y por su iniciativa volví a actuar.

Trapero: Pero nuestro aprendizaje fue conjunto. Cuando nos conocimos, yo sólo había hecho Mundo grúa. Nuestra productora creció más rápido que nosotros.

Para muchos es complejo mezclar afectos y trabajo. Vos, Pablo, elegiste trabajar con tu abuela, tu mujer, tu suegra. ¿En qué te beneficia o perjudica?

El vínculo familiar sólo tiene valor fuera de la pantalla. En rodaje, fui tan exigente con Martina y con mi abuela como con cualquier otro actor. Si no lo hubieran hecho bien, habrían quedado afuera. Aunque reconozco que en ambos casos mi tarea fue doble: por un lado tuve que discutir con ellas para construir un personaje. Por otro, tuve que dejar de lado las cuestiones personales.

Para vos, Martina, ¿hubiera sido lo mismo trabajar con otro director?

No, mi primera experiencia en cine no podría haber sido de otra forma: Pablo me dio la confianza y el conocimiento que yo necesitaba. Durante el rodaje tomamos una distancia que resultó positiva. El hace un trabajo previo muy intenso con los actores. Me sentí supercontenida y superexigida.

¿Es cierto que en una escena de sexo Guillermo Pfening (marido de ella en la ficción) fue más papista que el Papa? ¿Que quería taparte con una sábana y Pablo le decía que la corriera?

Tal cual (ríe). Charlamos mucho esa escena. Fue todo muy intelectual hasta que llegó la situación. En ese momento, con Pablo sentimos que ya estaba todo jugado. Guillermo subía la sábana para que no se me viera mucho; Pablo tenía que decirle que la corriera.

¿Lograron sentirse cómodos?

Trapero: Era difícil sentirse cómodo. Pero no fue para tanto, ¿no?

Gusman: No. El grupo de trabajo era muy cercano. El set estaba en penumbras y no había nadie…

Trapero: ¿Cómo nadie?

Gusman: Bueno, había cuatro personas… muy conocidas por nosotros. Obviamente fue una situación incómoda pero cuidada.

La peor parte la llevaba Pfening: estar con la mujer de su jefe y su jefe adelante…

Gusman: Peor fue lo posterior. Pablo, pobre, tuvo que ver la escena una y otra vez con otra gente para la posproducción.

Pablo, por primera vez aparece una familia de clase media alta en tu cine. Y, tras un vuelco trágico en su vida, el protagonista se deshace de esa vida burguesa como si fuera un lastre. ¿Es parte de su sensación de culpa?

Quería meterme, por un ratito, en el mundo de esta gente que se dedica al diseño y parece tener un vida ideal. De una familia que arma su vida como para una revista de decoración de interiores. De pronto el destino los pone en un universo antagónico, aunque no del todo. Es cierto que él se va a un lugar donde nada de su vida burguesa tiene valor. Pero tampoco sabemos en qué grado lo tuvo al principio. No sabemos si el mundo en que vivía lo había diseñado ella.

La película lo muestra tratando de construir vínculos casi familiares pero fuera de los lazos de sangre…

Sí. Me interesan los núcleos familiares como forma de agrupación, de pertenencia. Uno viene de una familia que no elige y luego forma una pareja, tiene hijos. Pero los amigos elegidos son, también, una familia voluntaria. Santiago debe reconstruir sus lazos con el mundo. Entonces desarrolla vínculos de amistad muy similares a los familiares; vínculos que, sin ser de sangre, le dejan marcas, son fundacionales en su vida.

Información

La próxima película de Pablo Trapero se llamará «Desencuentro» y tendrá a Martina Gusman en el rol protagónico. «Vamos a empezar a filmarla a mediados del año que viene —adelanta el director—. Será mi primera película con una mujer como protagonista. El personaje se llama Julia, es de clase media alta, universitaria, de familia adinerada del interior. Después de cometer un acto terrible va presa. Está embarazada. Su dilema es si puede y debe criar a su hijo en prisión».

Una respuesta to “ENTREVISTA A PABLO TRAPERO Y MARTINA GUSMAN”

  1. […] para ir  a ver. Por fin no vemos “100% Lucha” o “Los Superagentes”. Una película que vale la entrada y que le hace bien al cine nacional. ¿cruda?, ¿Difícil de ver? si, pero […]

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